Angol.- Senador Carlos Bianchi abrió debate a nivel nacional sobre la actividad que desarrollan estos jóvenes. Diferentes reacciones tuvo en la capital de Malleco el debate que ha generado el senador Carlos Bianchi, respecto a las precarias condiciones laborales de los jóvenes empaquetadores que ejercen en los supermercados del país.
Y es que tal como denunció en diciembre, un vacío legal permite que empresas externas, que actúan como intermediadoras entre los supermercados y estudiantes universitarios, cobren a éstos últimos por realizar servicios de empaque y atención a clientes en las salas de ventas, dando lugar a un inédito fenómeno de “pagar por trabajar”.
Sí, porque los jóvenes deben cancelar $ 500 para hacer un turno de tres horas en algún establecimiento de este tipo, por concepto de costo de utilización de un software para organizar dichos turnos.
De hecho, Bianchi denunció que "lo que hay es que un grupo de inescrupulosos reclutan personas a las que se les hace un cobro para que pudieran trabajar y arrendar un espacio. No sólo eso, porque no tenían ninguna posibilidad de alimentarse dentro del local, de hacer uso de los baños, de descanso, ni la protección de un contrato en la eventualidad de que hubiese un accidente".
El parlamentario dijo esperar que se suscriba un protocolo para "avanzar lo más rápido que se pueda para lograr que el proyecto que hicimos en su oportunidad se transforme en ley lo antes posible".
Agregó que el articulado contempla que se suscriba un contrato entre el supermercado y los empaquetadores, con el fin de garantizarles los resguardos mínimos de cualquier trabajador.
"Esa situación debería ser zanjada, o por lo menos progresar en ello, la próxima semana. Hay interés de parte de los supermercadistas en corregir esta anomalía; el Ministerio está en la misma disposición, por lo que preveo que el jueves de la semana siguiente vamos a protocolizar esto para, en no más allá de tres meses, tener una ley que solucione definitivamente este problema”, indicó.
REALIDAD LOCAL
En el aspecto local decidimos conversar con jóvenes que se desempeñan como empaquetadores de supermercado.
Adriana Ortega es empaquetadora del Supermercado Tucapel: “Trabajo en empaque hace cinco meses, y como coordinadora hace ya un mes aproximadamente. Este año yo estudiare en el preuniversitario, acá existen jóvenes que estudian en educación media y van al preuniversitario, y otros que trabajan porque lo necesitan”.
La joven precisó que no obtienen sueldo fijo ya que su beneficio son sólo las propinas que entregan los clientes.
Consultada respecto a la aclaración de si acaso trabajan para el supermercado o para una empresa externa, explica que “la empresa externa nos vende la polera, que nos costó $ 4.000 pesos a cada uno, saliendo de nuestro bolsillo el pago, además de pagar un turno de $ 500 pesos diarios, a excepción del coordinador que tiene ese beneficio”.
Carolina Carrasco es empaquetadora del Supermercado Unimarc: “Hace 10 meses que trabajo acá, ya que mi familia no puede darme las comodidades que yo necesito, y con este trabajo lo puedo lograr. Yo estudio en el Liceo Comercial este año en tercero medio”.
Aclaró que no obtiene sueldo fijo y que su ingreso corresponde a las propinas entregadas por los clientes.
Consultada también respecto a su vinculo laboral con el supermercado o con una empresa externa, respondió que “trabajamos con el supermercado porque no existe vinculo con empresas externas y no nos exigen dinero ni por uniforme ni por turno, ya que la única exigencia es que cumplamos con nuestros horarios de trabajo como en todas las empresas”.
Diego Villegas es empaquetador del Supermercado Mayorista 10: “Trabajo aquí hace nueve meses para evitar no hacer nada, estudio enfermería en el CFT Andrés Bello, lo que gano aquí es para mí uso personal, salir, comprarme ropa, y otras cosas”.
El joven sostiene que sólo reciben las propinas otorgadas por los clientes y no son beneficiados con remuneración fija.
Respecto a su vínculo laboral con el supermercado o con una empresa externa, responde que “el supermercado nos regala los uniformes y en el caso de que se deterioren, ellos nos entregan uno nuevo. Nosotros trabajamos de forma gratuita, acá nos dan las propinas los clientes y no nos cobran nada, es grato trabajar aquí”.
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