Santiago.- Aunque varios de ellos confiaban en conseguir tan buenos resultados, los jóvenes que alcanzaron puntajes nacionales en la Prueba de Selección Universitaria (PSU), recibieron la noticia con saltos, gritos, llantos y mucho entusiasmo, así lo manifestaron por lo menos 6 de los 520 puntajes nacionales.
Fue “emocionante sobre todo en el momento en que me dieron la noticia uno no lo cree, pero después se convence, porque yo estaba durmiendo y fue súper raro. No pensé que me iban a llamar tan temprano y ahí abracé altiro a mi mamá y me dijeron que viniera, así que no alcancé a contarle a nadie”, señaló el puntaje nacional en la prueba de Matemáticas, Gustavo Muñoz.
Gustavo, quien estudia en el Liceo Manuel Barros Borgoño, dijo que aunque tenía esperanzas de obtener semejante resultado, pues pudo revisar en 2 oportunidades su examen, no quiso confiarse “porque después podía frustrarme”, lo que no ocurrió.
Otro que tenía la misma expectativa frente a los resultados, fue el joven que obtuvo 850 puntos en la prueba de Historia y estudiante del Liceo José Victorino Lastarria, Felipe Chasco, “me desperté con la llamada, estaba entre si me levantaba o no, porque yo sabía que podía venir el llamado hoy día y fue un dulce despertar, no me imagino un despertar mejor que ese”, expresó con la cara sonriente.
La preparación y el estudio fueron las claves que muchos de estos jóvenes consignaron como las herramientas básicas para lograr puntajes de excelencia. Así lo manifestó el estudiante del Liceo Nacional de Maipú y puntaje doble en las pruebas de Matemáticas e Historia, Emilio Ibarra, quien tenía la seguridad de obtener buenos resultados por lo menos en algunas de las 2 pruebas que rindió.
Para él “cuando las cosas se hacen con trabajo y con esfuerzo resultan bien. Ahora es un proceso, no hay que esperar un resultado bueno, sabiendo que no tengo un fondo que me pueda avalar en eso”, sentenció Emilio quien planea estudiar Derecho en la Universidad de Chile.
Quien también quiere elegir la Universidad de Chile como futura casa de estudio, donde piensa cursar la carrera de medicina, es Sabrina Gómez de Peñalolén, ella sacó puntajes máximos en las PSU de Matemáticas y Ciencias, su elección se sustenta en la tradición que a su juicio tiene el establecimiento, además de que sus hermanos han estudiado allí.
Para Sabrina, su buen desempeño se debe en gran parte a su familia “es trabajo de ellos”, pues sintió en todo momento su respaldo.”Mis papás se pusieron a llamar de inmediato, gritaban y saltaban y empezaron a llamar a todo el mundo y yo como a la media hora me vine a dar cuenta, y me puse a llorar”, explicó la joven.
Según la hermana de Sabrina, el buen resultado de su hermana “fue una alegría inmensa y sabemos que fue fruto del gran trabajo de ella, lleva años trabajando por esto, así que es un orgullo tremendo”.
Caso similar al de Sabrina es el de Andrés Cristi, otro de los puntajes doble en Matemáticas y Ciencias y estudiante del Instituto de Humanidades Luis Campino, quien aseguró que “siempre he sentido muy firme el apoyo de mis papás, aunque no vivo con mi papá siempre he tenido mucho apoyo de él y de mi mamá también en los estudios”.
Andrés va a estudiar una licenciatura en física, en la Universidad de Chile, lo que cree será posible gracias a la excelente educación que le entregó su colegio, pues “en Chile la educación buena está sólo accesible para colegios privados y yo tuve la suerte de estudiar en un colegio privado, también tuve la suerte de tener una buena educación y que es la base para todo esto.”
A pesar de que efectivamente 341 de los 520 puntajes nacionales de la PSU pertenezcan a colegios privados, un gran número de éstos fue obtenido por los alumnos del Instituto Nacional. “Siento mucho orgullo porque obtuvimos un total de 54 puntajes nacionales, de los cuales la gran mayoría es en matemáticas y eso es un logro muy importante”, destacó el profesor de matemáticas de dicho establecimiento, Isidro Cornejo.
Y agregó que lo que posibilitó la obtención de los 54 puntajes es fundamentalmente el proceso de selección de alumnos que realiza el Instituto Nacional, ya que “creo que gran parte de los buenos resultados se debe al alumno del Instituto Nacional, su empeño, sus ganas y su deseo. A su vez, uno como profesor se siente motivado por estar haciéndole clases a alumnos que quieren aprender, que se preparan para las pruebas y que son competitivos”.
Éste es el caso de Franco Valenzuela, alumno del Instituto Nacional, quien además se distinguió en el examen de Matemáticas, él al igual que los otros jóvenes, también barajan sus opciones para optar por alguna carrea. “A mí me gustaría estudiar medicina en la Universidad Católica, ahí postulé a la beca Padre Hurtado, espero que me la gane, se que es muy cara la carrera, pero me encantaría ser médico. Como segunda opción pedagogía, yo me inscribí a la Beca Vocación de Profesor, siempre me ha gustado pedagogía”, siendo uno de los 7 puntajes nacionales que estaría preinscritos para obtener el nuevo beneficio, según lo declaró el ministro de Eduación, Joaquín Lavín.
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