Marcelo Bilevich presenta una serie de paisajes, bodegones y retratos en formato digital, opción que lo salvó de abandonar para siempre la fotografía.
Aunque para muchos la fotografía digital le ha quitado vida y aquella mística de la que muchas veces los artistas han hablado, su masificación ha sido beneficiosa para más de un autor, entre ellos, el fotógrafo argentino Marcelo Bilevich (1964), autor con discapacidad visual que encontró en esta nueva tecnología una forma de seguir trabajando en la fotografía.
"Después de muchos años y de tirar la toalla en incontables ocasiones por no dominar la posproducción debido a mi baja visión, se abrió un mundo nuevo al comprar mi primera cámara digital (...) se deben llevar a cabo una innumerable cantidad de pruebas hasta saber cómo configurar cada disparo en función de las condiciones de luz, y así suplir con la técnica la falta de agudeza visual", ha comentado.
Y agrega, "la tecnología digital ha hecho que este maravilloso arte o hobby, dependiendo de hasta dónde se proponga cada cual llegar con su cámara, sea al fin accesible para nosotros". Un segunda aire para su gran pasión, en condiciones más asequiebles y menos costosa, ya que como confiesa que con con las cámaras análogas "no tenía las condiciones para saber si había tomado bien una foto hasta el momento del revelado. Ver los errores después me salía muy caro".
Dark & Light es la primera muestra individual del artista, que se define como "amateur", y que hasta el 13 de septiembre expone una serie de instantáneas tanto a color como en blanco y negro, en el Museo Tiflológico de España, Madrid, que incluyen paisajes, bodegones y retratos, género que actualmente es el que más atrae a Bilevich.
"Ahora mismo estoy en una etapa de experimentación, pero como desafío personal, es la persona en movimiento lo que ahora mismo más me interesa. Con el retrato se pueden captar detalles o ciertos aspectos de una personalidad que no se captan a simple vista", comenta.
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