VICTORIA (Texto y foto de Manuel Burgos Lagos).- Desde el año 2003 que un trabajador de la construcción, egresado del Liceo Politécnico de esta ciudad, golpeaba puertas a médicos del hospital local, su dirección, servicios de salud de Araucanía norte y sur, parlamentarios y los etcéteras son largos.
Su verdadero vía crucis, terminó hace poco cuando Américo Méndez Cifuentes, fue finalmente intervenido en el centro asistencial regional de Temuco, de una de sus rodillas, salvando de quedar lisiado para el resto de sus días.
¡Gracias doctor Dawson!
Las cálidas palabras al momento de ser agradecido, van dirigidas en primer término para el facultativo que operó, doctor Frank Dawson García del Hospital Regional de La Araucanía, y que junto con ser un excelente profesional en su especialidad de traumatología, posee algo no muy común en sus colegas: ¡sensibilidad social!... remarca.
Tampoco escatima adjetivos para el asistente social del nosocomio victoriense, Luis Méndez, que se la jugó e hizo seguimiento de sus demandas -tema no menor hoy por la burocracia existente- ante los organismos pertinentes.
Conceptos similares emite para la funcionaria Lucía Leiva; la señora Ivette, de la Ventanilla N° 3 del SOME, lamentando que no pueda decir lo mismo para la dirección del establecimiento.
¡Gracias doctor Vallejos!
Finalmente, su reconocimiento al médico, Fernando Vallejos a quien le correspondió, darle las respectivas licencias, ante las molestias de su empleador por lo extensa de las mismas, pero el galeno vio la urgencia del paciente, respaldándolo por la necesario y justo de la demanda.
Así... ¡No todo es crítica negativa en el tema de la salud!
Su verdadero vía crucis, terminó hace poco cuando Américo Méndez Cifuentes, fue finalmente intervenido en el centro asistencial regional de Temuco, de una de sus rodillas, salvando de quedar lisiado para el resto de sus días.
¡Gracias doctor Dawson!
Las cálidas palabras al momento de ser agradecido, van dirigidas en primer término para el facultativo que operó, doctor Frank Dawson García del Hospital Regional de La Araucanía, y que junto con ser un excelente profesional en su especialidad de traumatología, posee algo no muy común en sus colegas: ¡sensibilidad social!... remarca.
Tampoco escatima adjetivos para el asistente social del nosocomio victoriense, Luis Méndez, que se la jugó e hizo seguimiento de sus demandas -tema no menor hoy por la burocracia existente- ante los organismos pertinentes.
Conceptos similares emite para la funcionaria Lucía Leiva; la señora Ivette, de la Ventanilla N° 3 del SOME, lamentando que no pueda decir lo mismo para la dirección del establecimiento.
¡Gracias doctor Vallejos!
Finalmente, su reconocimiento al médico, Fernando Vallejos a quien le correspondió, darle las respectivas licencias, ante las molestias de su empleador por lo extensa de las mismas, pero el galeno vio la urgencia del paciente, respaldándolo por la necesario y justo de la demanda.
Así... ¡No todo es crítica negativa en el tema de la salud!
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