Lo escribe el Presidente del Senado Adolfo Zaldívar en El Mercurio y, lo damos a conocer a nuestros lectores porque su texto es de utilidad social: «Economías e inflación. Estamos repitiendo los mismos errores de 1998, las autoridades de Hacienda y del Banco Central actúan como meros contables. Por un lado Chile, está importando inflación y esa inflación incrementa el IPC mensual, pero, por otro lado, Chile está apretando a los países desarrollados, al sistema financiero internacional, los dineros provenientes de la bonanza del cobre, los que progresivamente se vienen desvalorizando como consecuencia de la inflación internacional. La inflación nacional promedio es de un 8% en cifras redondas, pero la inflación de los dos quintiles inferiores bordea ya el 15% anual y en materia de alimentos alcanza ya un 23 por ciento, lo que significa una pérdida colosal de calidad de vida.
»Por último, el aumento de la tasa de interés decretada por el Banco Central produce un mayor diferencial con la que existe en Estado Unidos, lo cual tiene negativos efectos y facilita la entrada de capitales especulativos, con lo cual se afecta el precio del dólar y con ello se dispara contra la estrategia exportadora del país. Así, en vez de aprovechar la coyuntura internacional y mejorar la competitividad hacemos justamente lo contrario y perdemos esta ventaja comparativa a cambio de un depósito que cada día vale menos y que afecta la estrategia de desarrollo.
»Ni siquiera en la bonanza del salitre, Chile ha tenido una oportunidad como la actual. La falta de imaginación y el exceso de dogmatismo, la están desperdiciando; ésta será una gran responsabilidad histórica para la Concertación».
Estas afirmaciones del Presidente del Senado, «el colorín» Adolfo Zaldívar, tienen clara consonancia con lo que actualmente está ocurriendo en el país en el plano económico, especialmente en la clase media baja, ya tan venida a menos, integrada especialmente por jubilados, que profesionalmente prestaron un gran servicio al país, por la clase más menesterosa que está en los quintiles más pobres y que sufren con impotencia ante las alzas de cada día, con una inflación que ya llega como dice el senador al 23%.
Urge hacer algo, y pronto. Hay descontento general, más acentuado en los quintiles más pobres. El Gobierno tiene que enmendar rumbos y formar un Gobierno de concentración nacional que agrupe a todos los sectores políticos para subsanar este grave problema de tanta afección social, que se está convirtiendo en una bola de nieve que sigue creciendo y que amenaza nuestra estabilidad económica, política y social.
El texto del Presidente del Senado y sus afirmaciones son verdaderas, nadie puede negarlas, porque usó el imperio de la razón y de las más absoluta objetividad.
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