Santiago.- Doscientos represores de la dictadura militar que gobernó Chile de 1973 a 1990 ya están condenados por la justicia por violaciones a los derechos humanos, aunque únicamente 65 cumplen prisión efectiva, luego de que la Corte Suprema empezó a aplicar, en tercera y última instancia, la medida de prescripción. Los datos están contenidos en un informe oficial, difundido el mismo día en que se conocieron declaraciones de Manuel Contreras, el ex jefe de la DINA, la policía secreta pinochetista, con decenas de condenas encima, en el sentido de que sólo mató a "terroristas" y una réplica del presidente Sebastián Piñera en favor de "cumplir y hacer cumplir la ley".
La abogada del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior chileno, Karinna Fernández, consideró que el hecho de que existan muchos condenados y pocos encarcelados constituye una "reconciliación expropiada de las víctimas y, además, inflinge las obligaciones internacionales de sancionar".
El general retirado Guillermo Marín, ex vicejefe del Ejército y ex vocero de Augusto Pinochet, señaló a la agencia ANSA que "la ley consideraría prescriptos la mayor parte de los delitos que se procesan", por lo que consdieró que, "por lo menos, que se aplique la media prescripción es una buena práctica, y correcta".
La abogada Fernández, en cambio, expresó que la Corte Suprema incorporó parámetros importantes del derecho internacional en su jurisprudencia y "ya comprendió que tiene que sancionar, pero el reconocimiento de la gravedad de los delitos, esa ponderación, no la hace".
Detalló que sólo entre 2006 y 2007 (al inicio del gobierno de Michelle Bachelet) hubieron sanciones proporcionales y pertinentes (con penas de más de 10 años y un día), lo que permitió en forma simultánea que las causas avanzaran en forma importante, se descubrieran nuevos centros de reclusión clandestina y aparecieran nombres de represores que no se conocían.
Pero a partir de julio de 2007, explicó la abogada, la media prescripción deja en libertad a los responsables de delitos tan graves como la desaparición, y resaltó que al no aplicar un castigo efectivo esto repercute en la investigación.
"Quien está siendo juzgado sabe que va a quedar en libertad y no entrega antecedente alguno que permita un avance efectivo en la investigación, porque saben que tienen una suerte de impunidad asegurada", apuntó.
En su respuesta, Garín respondió que "el aplicar las leyes como corresponde en ningún caso afecta a la verdad, porque los delitos deben ser analizados y fallados conforme a las leyes existentes. El resto son meras especulaciones interesadas, aunque a veces muy justificadas".
La abogada del Programa de Derechos Humanos, en tanto, advirtió que "de una u otra forma, cualquier medida que deje sin efecto una sanción condenatoria, como son los beneficios de la libertad vigilada, la remisión de la pena o los indultos, genera que el infractor de estos crímenes no quiera dar mayor información porque no tiene nada que arriesgar, y eso afecta estas causas".
Casi en simultáneo, se conocieron hoy declaraciones del condenado general Contreras, máximo jefe de la policía represiva de la dictadura de Augusto Pinochet, quien afirmó que el organismo no mató "a nadie que no fuera terrorista".
En una entrevista con Chilevisión desde la cárcel de Punta Peuco, Contreras explicó que no aceptaba ninguno de los cargos que se le hacen y por los que suma 38 condenas por desaparición, muerte, homicidio y asociación ilícita. "A nadie he mandado a matar jamás ni he dado ninguna orden de matar.
En el Ejército de Chile no se da orden de matar", afirmó el militar, y enfatizó que no tiene las manos "manchadas con sangre", según la reproducción hecha por ANSA.
Como Contreras citó una supuesta promesa del presidente Piñera de que se preocuparía por "acelerar los procesos", el mandatario salió hoy a replicarlo al asegurar que su único compromiso con las Fuerzas Armadas es "cumplir y hacer cumplir las leyes".
"Yo me comprometí ante todos los chilenos, de hecho juré, cuando asumí como presidente, cumplir y hacer cumplir las leyes y, por supuesto, ese compromiso lo tengo con los 17 millones de chilenos", sentenció Piñera
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