miércoles, 28 de octubre de 2009

No más terrorismo en Angol y La Araucanía

Señor Director y Editor:
Soy chilena, con o sin sangre mapuche, no lo sé ni quiero saberlo.
Pero mi indignación es la siguiente ¿cómo el gobierno y todos los entes que están regidos por el, aun no le han puesto un alto a todo el terrorismo que hay en mi comuna y en mi región? es el colmo, como ciudadanos comunes y corrientes como yo y todos los de mi región tengamos que soportar, tanta falta de respeto, los mapuches exigen que le regalen tierras, yo podría exigir lo mismo, soy nacida criada en esta tierra, pero, "no tengo un apellido mapuche, es decir no soy mapuche".
Hasta cuando se le siguen dado beneficios, si son contados con el dedo los mapuches que realmente aprovechan y le sacan partido a la ayuda que les brinda el gobierno. ¿Para qué quieren mas tierras? para luego de pasado un par de años, se las arrienden a las forestales y ganen el dinero sentados, sin el sudor de su frente, no entiendo quién es el que realmente sale ganando en todo esto, "las forestales que tienen más terrenos para plantar"; el gobierno, que desea mantener el tema en el tapete, y simular que arregla el problema para mantenerlo ahí, calentito y salgan elegidos los candidatos de su coalición, o es mas fácil dejarle la herencia al próximo gobierno ¿ qué pasa?, ¿qué nos esconden? ¿ que nos ocultan a los ciudadanos chilenos de esta comuna y de esta región de La Araucanía? ¿Hasta cuándo nos insultan y faltan el respeto?
Cuándo va a ser el día en que nuestras autoridades y parlamentarios de esta zona se pongan los pantalones, sin importar su color político e inviten a todos los ciudadanos de nuestra región a una gran protesta por ese terrorismo, porque no es otra cosa que terrorismo puro, creo que si los mapuches exigen tierra, nosotros exigimos que el progreso llegue a Angol y sus alrededores y además deseamos vivir en paz y pensando en nuestro futuro y el de nuestros hijos que son los futuros habitantes y herederos de nuestra lucha por sacar nuestra comuna y nuestra región adelante.
¿Sería agradable para el gobierno que cada uno de los habitantes de nuestra región exigiera también una, dos ó las hectáreas que desee, para trabajarla o sencillamente arrendarlas a las forestales y ganarse el dinero sentados?
Me despido indignada y decepcionada de este gobierno y de lo poco que les importamos a nuestro alcalde y a las autoridades de nuestra región.
Marcela Vega Henríquez

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