Temuco.- Un recorrido realizado por las unidades de Urgencia tanto adulta como infantil del Hospital Hernán Henríquez Aravena de Temuco, se pudo advertir que chilenos de la tercera edad de esta ciudad y de varias localidades de la Novena Región esperaban -la noche del lunes 5 de octubre- por una atención de urgencia desde las 8 de la mañana. La citada unidad se encontraba con más de cien personas que hartos de paciencia y con impotencia veían como el servicio no les prestaba el auxilio necesario para cada una de sus dolencias.
Es así como advertimos el caso de José Oñate de 82 años y su esposa quienes llegaron a la urgencia para adultos, a eso de las 8 de la mañana y cuando este medio los contactó eran cerca de las 9 de la noche y aún no recibían atención médica alguna, más aún la eterna espera los obliga a estar sin comida alguna, confinados en un asiento, expuestos a otras enfermedades, utilizando un baño público que no descansa y más aún advirtiendo que no existen médicos suficientes. La escasez de camas y camillas son insuficientes. El ánimo de estos chilenos decae minuto a minuto y las horas pasan, mientras las ambulancias continúan trayendo más heridos y más pacientes a la atestada unidad
Categorización
Lo que llama la atención es que la prestación de servicios y atención a las urgencias que se presenten en la unidad, son categorizadas según la gravedad del paciente es así como el paciente C1 es aquel que ingresa con riesgo vital, quien pasa directo a reanimación y se le prodiga una atención inmediata. Luego un paciente C2 es aquel que es derivado desde cualquier otro centro asistencial, con una interconsulta y se priorizará según la gravedad que corresponda. Un paciente C3 corresponde a uno de menor gravedad y que debe esperar las segundas atenciones de categorización y un paciente del tipo C4 es aquel que debió concurrir al SAPU más cercano a su domicilio de lo contrario deberá esperar, las primeras tres atenciones de categorización.
A partir de lo anteriormente expuesto y según lo atestado del citado servicio, la mayoría de los pacientes correspondían al tipo C4, pero la duda surge en torno a quién está siendo atendido al interior de los Boxes médicos, acaso ¿son todos pacientes del tipo C1 y C2? Más aún las dudas y cuestionamientos surgen a partir de los propios usuarios, quienes reclaman que los Boxes están con llave, no hay camillas disponibles -se tiene que desocupar una para poder atender a otro paciente- los médicos no aplican los tratamientos de manera rápida y oportuna, es más se ausentan del servicio de urgencia dejando todo en manos de las enfermeras o funcionarios paramédicos y auxiliares. Es valido añadir que las respectivas categorizaciones la realiza una enfermera y no un médico de turno.
Ex concejal
Lo que se describe cobra validez al advertir la presencia de la ex concejal por Angol, Andrea Laurié quien desde tempranas horas del citado día, también corría igual suerte que el resto de los pacientes a partir de su padre enfermo, quien aguardaba atención médica sobre una camilla en uno de los pasillos de la urgencia del Hospital Hernán Henríquez Aravena. El afectado de 65 años de edad padece una grave infección bacterial a sus riñones, pero debía aguardar por un tratamiento que nunca llegó -eran pasado las 21 horas- arribando a esa unidad a tempranas horas del mencionado día, poniendo en riesgo su salud y más aún su integridad moral y síquica por todo lo ocurrido.
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