martes, 22 de agosto de 2017
Ventiladores para evitar heladas tienen sin dormir a vecinos del sector de Los Confines Norte
– Grandes aspas generan sonidos que se escuchan hasta dos kilómetros de distancia.Angol.- (Rodrigo Zurita Palma)
Indignados y con mucho sueño se encuentran los vecinos de Los Confines Norte, quienes la noche del domingo y madrugada del lunes, prácticamente no pudieron dormir debido al fuerte ruido que las aspas de los siete ventiladores gigantes que se han instalado en los huertos de cereza ubicados en el lugar generan al hacer circular el aire para evitar que la helada afecte a los frutales.
RECLAMOS
Víctor Insunza, presidente de la Junta de Vecinos de ese sector, comentó que “el ruido de esta noche fue terrible. Yo vivo como a cien metros de una de las torres y parecía que la tenía en mi cabeza. Toda la gente comenzó a reclamar a través de un grupo de whatsapp que tenemos y no sabemos qué hacer. Estas torres se instalaron solo hace uno 15 días y esta ha sido la primera vez que se activan debido al frío de la madrugada del lunes, pero el ruido fue realmente fuerte, al menos a mí, no me dejó dormir.
El dirigente vecinal asegura que en ese sector viven cerca de cien familias, todas afectadas por el intenso sonido que se dejó escuchar durante parte de la noche del domingo y toda la madrugada del lunes. “El ruido fue tan fuerte que con un vecino nos levantamos y a través de una aplicación tratamos de medirlo y en algunos lugares sobrepasó los 70 decibeles”.
AFECTADOS
Víctor Olivares, otro de los vecinos afectados manifestó que “esto lo veníamos viendo de antes, cuando comenzaron a parar las torres, porque ya sabíamos más o menos para que sería. Nos reunimos con los vecinos y con el administrador de la empresa frutícola responsable y él nos dijo que lo sentía pero que debían resguardar sus intereses. Fuimos al concejo municipal y nos dijeron que no podían hacer nada y que no tenían antecedentes del caso y la madrugada del lunes llamamos a Carabineros e hicimos la denuncia y éstos nos dijeron que tampoco tenían mucho que hacer… en resumen no hemos logrado nada” expresó con resignación.
Agregó que “este siempre ha sido un sector que se ha caracterizado por ser tranquilo y hoy su mayor bondad se perdió y con ellos baja la plusvalía de los terrenos con lo cual se nos agrega otro problema que ataca al patrimonio de nuestra gente”.
LEGISLACIÓN
Según la legislación chilena, la Superintendencia de Medioambiente es quien debe fiscalizar el cumplimiento de las disposiciones por parte de las fuentes fijas. En este sentido, la Ley dispone que el ruido máximo para las zonas residenciales es de 55 decibeles en horario de 7 a 21 horas -que equivale al ruido que produce el aire acondicionado de ventana, por ejemplo-, y de 45 de 21 a 7 horas, que equivale el ruido de una calle con poco tráfico.
Marco Pichunman, seremi del medioambiente, manifestó que en el caso de los sectores rurales, ya que la normativa anterior habla de sectores residenciales, el ruido permitido no debe superar los 10 decibeles del ruido ambiente normal del sector, en caso contrario, se debe hacer la denuncia a la seremi del medioambiente o al municipio para que estos organismos pongan en antecedentes a la superintendencia, quien deberá realizar las mediaciones correspondientes y en caso de vulneración de la ley, tomar las medidas que correspondan.
Por su parte, Fredy Rojas, administrador del Holding Chisa, responsable por la instalación de estas siete torres, manifestó que “entendemos las molestias de los vecinos, pero solicitamos paciencia colaboración y comprensión por parte de ellos, ya que no tenemos otra solución para evitar los daños que nos generan las heladas a nuestros huertos de cerezos. Nosotros en la actualidad tenemos en este sector 60 hectáreas de cereza que van a producir este año, donde hemos instalado siete de estos ventiladores que tienen un muy alto costo. A través de este sistema pretendemos mejorar la producción en un 40 por ciento, que es el daño que nos produce la helada. Este aumento de la producción genera beneficio para todos, ya que se traduciría en más mano de obra para la gente y más beneficios para la comuna y el país. Hoy en nuestra empresa trabajan en promedio 1.200 personas y arriesgar la producción también pone en peligro estos empleos”, aseguró Rojas.
De igual forma, manifestó que “yo personalmente me reuní con los vecinos y los dirigentes y les manifestamos que habíamos instalado estas torres y sus fines, explicándoles que debíamos resguardar la producción y que las molestias serían mínimas y pensé que ellos habían entendido. De todas formas podemos llegar a un acuerdo, ver que se puede hacer para minimizar estas molestias, pero sacar las torres no está dentro de las alternativas”, aseguró.
En Chile existen cerca de 2.100 de estos equipos, los que han demostrado ser los más eficientes para combatir las heladas, las cuales, según Rojas, en Europa han causado más de un 25 por ciento de disminución en la producción de los frutales.
MUNICIPIO
De igual forma, la Ley establece que las municipalidades en Chile poseen la facultad para regular, por medio de ordenanzas, los ruidos molestos producidos en la respectiva comuna. Estas normas pueden incorporar los ruidos que se produzcan en casas, comercio, actividades públicas y privadas. De esta manera, buscan proteger a sus habitantes de la contaminación acústica. Por tratarse de normativa particular, esta es diferente y depende de cada municipalidad.
Al cierre de esta edición, los vecinos se encontraban reunidos en la sede de su sector junto a algunas autoridades, donde decidirán sobre las acciones a seguir para terminar con esta molestia que hoy afecta sus vidas, perturbando el descanso de todos los habitantes del sector.
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