Ercilla.- El Alcalde de la comuna José Vilugrón se ha preocupado, este verano de apoyar a las organizaciones sociales, en financiar lo que se ha denominado “Turismo Social”. Es así como clubes deportivos, clubes de adulto mayores, han elegido destinos de preferencia playas del Pacífico o lagos de la zona lacustre de nuestra región. El fin de semana pasado fue el turno de 12 Mujeres Trabajadoras, pertenecientes al Programa Jefas de Hogar. Un paseo inolvidable protagonizado por estas mujeres de Ercilla y de sectores rurales como Antinao y Butaco que tuvieron la oportunidad de conocer parte de la Provincia de Ñuble, región del Bio -Bio. El recorrido
La idea, antes de llegar al mar, era conocer “Ninhue” la cuna de Prat y así fue de pasada… ya que el destino, en ese momento, era el Museo Histórico y Patrimonial que cuenta la vida y obra de un capitán de marina que dio su vida por la Patria un 21 de mayo. Se trata de recinto de unas 8 hectáreas de extensión y bellos paisajes. Con una gran casona que data de 1780 y que fue reconstruida en 1967- tras el gigantesco terremoto de Chillán- por un ciudadano de origen alemán. Pero, el interés por conocer más de Prat convirtió a este lugar en un “Santuario, Cuna de Prat”; hoy Monumento Nacional en 1979. Hasta ahí todo bien, pero cuando nos desviamos para llegar a la bella casona nos encontramos frente a un gran letrero que rezaba “Cerrado por Remodelación”.
Quedamos en deuda con el Procer de la Patria, pero sin más interrupciones, llegamos a nuestro destino final Cobquecura un pueblo bello, que sufrió los debates del terremoto fuertemente. Así lo evidencian su calles principales … casas nuevas, al lado de dónde todavía quedan algunos escombros . Pero, había que cruzar el pueblo para llegar al Pacifico. Una amplia playa con unos impresionantes peñascos, llenos de lobos marinos. Era sin duda, la playa de Lobería y la puerta de entrada a un circuito de playas de la costa de Cobquecura. Existen dos circuitos, nosotros elegimos el lado norte y nos fuimos a la Iglesia de Piedra, una impresionante formación rocosa que en su interior alberga la imagen de la Virgen de la Candelaria. La marea baja, nos permitió tranquilamente, pero con admiración, cruzar la caverna para encontrarnos del otro lado con una playa no apta para el baño. Aunque su oleaje furioso al romper contra las rocas, nos sirvió para darnos cuenta que el mar puede ser bello, pero peligroso.
Luego, llegamos a la concurrida playa La Boca, con una entrada de mar que formaba una laguna especial para andar en Kayak. Continuamos viaje y llegamos a una localidad llamada Buchupureo, en dónde buscamos un lugar para almorzar. Los comensales eran más de 20, contando los niños. Por lo tanto, la comida se demoraría un largo rato en estar lista. Eso, nos permitió, a esta comunicadora y una de las viajeras de espíritu inquieto: conocer el lugar. Una plaza con antiguas palmeras. Al lado, un cuidado estadio de pasto natural, una avenida de muchas flores coloridas y papayas, muchos árboles de papayas. No resistimos la tentación de llevar unas papayas, y averiguar más acerca del tema, con una señora que iba pasando con su carretilla. Nos contó que existían viveros dónde se cultivaba y cuidaba la planta de papayas y qué por supuesto, la repostería casera experimente con éste rica y aromática fruta. Aprendimos que la papaya no es sólo producto típico del Norte.
Luego, del almuerzo la playa de Lobería nos esperaba nuevamente. Había que meter los pies en el mar. Algunas mujeres disfrutaron como niñas de la playa, hasta algunas caídas en la arena, arrancaron carcajadas, otras prefirieron disfrutar de la arena y el sol que hasta ese minuto, se había portado un poco mezquino. Dependiendo del viento, a veces se escuchaban los gritos, o mal genio de los lobos y las hembras, en pleno periodo de parto. Otras comprando artesanías y recuerdos varios. Los niños que acompañaron a sus progenitoras, se bañaron hasta aburrirse. A medida que bajaba el sol, subía la marea lo que nos obligó a tomar un cafecito, un poco más lejos de la arena. Ya nos comenzábamos a despedir de una jornada larga, pero muy turística. Cuando nos veníamos los letreros de “Zona segura de TSUNAMI” daban un poco de preocupación, aunque todas veníamos muy contentas por la oportunidad que nos dio la Municipalidad de Ercilla de conocer parte de nuestro país.
El Director de Desarrollo Comunitario, Fredy Avello, acompañó a las féminas y se preocupó de cada detalle para que el viaje resultara todo un éxito. Igual que las profesionales que conforman el Equipo Comunal “Programa Mujeres Jefas de Hogar –Ercilla”, Jimena Villena y Claudia Flores, concordaron en destacar lo lindo del paseo y agradecer la voluntad del Alcalde Vilugrón Martínez, por preocuparse de la movilización y chofer. “Quiero que las mujeres de mi comuna lo pasen bien disfrutando de un día, solo para pasear”, comentó el Edil.
Gracias, a un convenio firmado el 2008, entre el Sernam y la Municipalidad de Ercilla, permite hoy que Mujeres Jefas de Hogar preocupadas en realizar alguna actividad económica; estén apoyadas por estos entes públicos para salir adelante en su condición de Mujeres Trabajadoras Jefas de hogar
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