Victoria.- Entre los males graves que aquejan a nuestra sociedad hoy en día es la intolerancia y la indiferencia hacia nuestros semejantes, ya sean jóvenes, niños, y ancianos. Estamos viviendo tiempos difíciles, nos hemos vuelto indiferentes ante el dolor humano, basta mirar alrededor y darse cuenta del alejamiento cada vez más profundo de gran parte de la gente de todo lo que significa Dios y prácticas misericordiosas. El hombre actual tiene la gran tentación de embotar sus sentidos en el placer estupefaciente del consumismo y el relativismo que lo hace olvidarse del motivo principal por el cual y para que está la tierra, y si no es así analicemos que valor le otorgarían a la sonrisa de un enfermo que no puede caminar al cual instituciones que estimulan y que fomentan el ideal de servicio, le hacen entrega de una silla de ruedas. Que precio se merece la alegría de aquellos que son visitados en los hogares y hospitales o ir donde viven los pobres y marginados a defender a estas personas indefensas con alimentos y ropas, creo que el mundo ganaría mucho en felicidad… son tantos los ejemplos a exponer, sin embargo la respuesta es simple: tienen el valor por lo que significan. NO perdamos el tiempo en emitir juicios contra los pobres y desamparados con frases como "si no tienen es porque no trabajan", "si no trabajan es porque son flojos", etc. Podríamos ocupar horas enteras reflexionando el porqué se dan estas frases, mejor preocupémonos de no ser medidos con la vara que medimos, los pobres tienen necesidad de manos que los sirvan de corazones que los amen y no de bocas que los critiquen.
Tenemos que ir al encuentro de los que nada tienen, de los que son víctimas de una de las peores enfermedades de este siglo: el hambre y la miseria. Mucha gente nunca sabrá lo que significa realmente tener hambre. Sin embargo, para 852 millones de personas, la mayoría de ellas de países tercermundistas, el hambre es una realidad cotidiana. Según el programa mundial de alimentos de la ONU, una de casi siete personas no tiene alimento necesario para llevar una vida saludable y activa.
Rotary Club de Victoria, inicia a partir de ahora la campaña "Busquemos juntos soluciones para combatir el hambre en nuestra comuna", la que no pretende dar la respuesta definitiva al problema, sino que mostrar a la comunidad lo que los rotarios en conjunto con otras instituciones y personas queremos hacer para ayudar a paliar el hambre en los campos, comunidades, poblaciones marginales y campamentos de nuestra ciudad, lo hacemos agradecidos de la vida, expresando este interés real en hacer de esta vida algo mejor, porque siempre hay tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y un te quiero, son simples gestos invalorables para algunos corazones, pero para quienes lo reciben.. significan todo.
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