Con esta sencilla frase el profesor Américo Guisti inició a mediados de los '90 una aventura cuando llegó a la zona de Curanilahue en busca de alguien que lo escuchara. El profesor era un convencido de que el esfuerzo que demanda el aprendizaje de un instrumento permitía cambiar el destino, especialmente de los niños vulnerables.
Así con el lema «se puede, se puede» partieron a sumar adeptos. No fue difícil que la municipalidad, Forestal Arauco, ENAGAS y la Fundación Andes le abrieran las puertas. Con ello, más los diez mil pesos que colocaban las familias, les pagaban los honorarios a los profesores que viajaban desde Concepción a dar clases.
Sus inicios no fueron fáciles, para comprar los instrumentos postularon a un Fondart, pero estos se demoraron un año en llegar, así es que ensayaban con todo prestado.
Pero ello no fue obstáculo para que estos 43 niños que nunca antes habían visto un instrumento, que no tenían idea quien era Bach y para quienes su horizonte no estaba más allá del camino que separa a Curanilahue con la civilización, terminaran tocando en el Teatro Municipal, la Estación Mapocho, de gira en Alemania y en España.
En la investigación de la Universidad de Chile encontraron que los integrantes de la orquesta Infantil de Curanilahue lograron 50 puntos más en la PSU de lenguaje y 30 más en la de matemática. Esto les permitió ingresar a la universidad, desafiando la historia de su pueblo natal, que tiene las más altas tasas de cesantía y pobreza del país.
Mediante este proyecto se logran desarrollar las habilidades no cognitivas tales como trabajo en equipo, así los niños tienen que aprender a respetar el otro, valorar el ascenso al mérito. Por otro lado, fomenta la perseverancia y manejo de la frustración, ya que para tocar un instrumento se debe tener paciencia.
Otro aspecto es la planificación de objetivos, además mejora la inserción laboral, ya que una orquesta funciona con las reglas de una empresa, entre ellas el cumplimiento de plazos y metas colectivas. Finalmente mejora la concentración, ya que los niños mejoran su capacidad de atención y ejecutan diversas acciones a la vez.
Esto SÍ SE PUEDE EN VICTORIA, ya que existen las fuentes de financiamiento, los profesionales y en el próximo gobierno comunal será un compromiso mío apoyar esta iniciativa que irá en beneficio de las niñas y niños de nuestra comuna.
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