viernes, 28 de marzo de 2008
Entre rectores universitarios El AUGE educacional provoca discrepancias
Disímiles opiniones generó entre los rectores universitarios la propuesta de crear un modelo similar al AUGE para la educación superior. Mientras algunos valoraron la idea del Consejo Asesor de Educación Superior de dar gratuidad a los alumnos de los tres quintiles socioeconómicos más bajos durante los primeros años de carrera, otros le restaron importancia por ser una iniciativa que no obtuvo el voto mayoritario de la comisión.
«Es un cambio positivo de enfoque: de un subsidio institucional a un subsidio a la demanda que se focaliza en los más pobres y que exige una calificación académica mínima para recibirlo», afirmó Orlando Poblete, rector de la U. de los Andes, respecto de la iniciativa que pretende dar becas para los primeros dos años de carrera universitaria -y sólo un año en el caso de las carreras técnicas- y luego convertirlas en un crédito estatal.
Una opinión similar tuvo el rector del DuocUC, Marcelo von Chrismar, quien afirmó que el costo de la iniciativa -que se calcula bordearía los US$ 165 millones y beneficiaría anualmente a cerca de 60 mil alumnos nuevos- «no es tan desproporcionado y tiene un impacto gigantesco».
En cambio, otros rectores se manifestaron disconformes porque esta alternativa no obtuvo el visto bueno de la mayoría de la comisión, pese a que quedó consignada en el documento final con las firmas de quienes la promovieron.
Sólo ocho de los 27 miembros la apoyaron. El resto fue partidario de aumentar el actual número de becas e igualar los créditos estatales (Fondo Solidario y Crédito con Aval del Estado), para que no existan diferencias en las ayudas estudiantiles de los alumnos de distintas instituciones.
«Para nosotros es una posición extrema», reclamó Sergio Bravo, rector de la U. de La Frontera y que participó en el consejo sobre el modelo AUGE de la educación. Agregó que «(el sistema) es de la época de los 70, cuando sólo el 5% de la juventud accedía a la educación superior. Ahora que queremos llegar al millón de universitarios, por un tema económico eso no es posible y los recursos deben estar destinados para quienes los necesitan».
Viabilidad
Una de las críticas más fuertes a la idea es que el Estado no tendría los recursos para costear una iniciativa de este tipo y que su aplicación sería difícil.
«(La propuesta) no es viable porque no puedes becar a un par de alumnos al principio y después asignarles crédito, ¿los vas a castigar?», criticó Juan Zolezzi, rector de la Usach.
Pero el autor de la alternativa planteada en el Consejo, el ingeniero comercial de la UC, Matko Koljatic, afirma que esta idea «es muy habitual en el mundo y no tiene nada de original». Según él, «esto no es un problema de plata, es un problema de prioridades del Estado. Tal como entrega subsidios a la gente para que compre casas y entrega garantías para la salud, en algunos casos, corresponde dar subsidios en la educación superior porque es muy cara».
Gasto público
El 2,1% del PIB de Chile se invierte en educación superior. El 1,8 es privado y el 0,3 lo pone el Estado.
Visiones contrapuestas
Carlos Peña (Rector U. Diego Portales)
«Es razonable que los estudiantes internalicen parte de los costos de estudiar, ya que obtendrán retornos por ello; y cuando han avanzado más de la mitad de la carrera el riesgo de deserción es menor. La medida es justa y eficiente».
Juan Zolezzi (Rector Usach)
«(La propuesta) no es viable porque no puedes becar a un par de alumnos al principio y después asignarles crédito, ¿los vas a castigar? Además que, actualmente, los alumnos de los tres primeros quintiles gran parte está con beca».
Marcelo Von Chrismar (Rector DuocUC)
«El costo (de la idea) no es tan desproporcionado como para enfrentarlo y tiene un impacto gigantesco porque está ampliando las oportunidades de mucha gente que hoy no puede entrar a la universidad porque el riesgo es muy alto».
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