viernes, 23 de octubre de 2015

En “La Chimba” de Antofagasta se proclama el evangelio según el Padre Felipe Berríos

- Victoria.- (Manuel Burgos Lagos, Periodista) Pienso que no me equivocaría, aun conociendo los rangos con que hoy se miden situaciones “según el cristal”, que si el Padre Felipe Berríos hubiese sido contemporáneo a Jesús cuando formó su ministerio público, lo habría llamado por su nombre para que lo siquiera…”Deja todo lo que tienes y Sígueme….” Tras permanecer en África, enviado por el Servicio Jesuita de Refugiados, en 2014 regresó al país para instalarse en Antofagasta, en una media agua, en el Campamento La Chimba, reconociendo para un rotativo santiaguino que “la gente es la que nos hace buenos sacerdotes: ellos son los que nos enseñan”. A meses de su llegada al puerto nortino, vecinos del Campamento, emblemático sector nacido en 1980 tras una toma, empresarios, religiosos y autoridades evalúan positivamente el impacto de su presencia en la Región. Su Hogar es una mediagua, con baño y dos piezas y se dice que la llegada del jesuita…”fue vista en el verano pasado, como una esperanza, no sólo para el sector sino para toda la región”, al decir de La Tercera (21/06/2015). Testimonios de pobladores hablan que les ha cambiado el trato entre ellos mismos; en lo físico, lo nuevo se advierte en casas numeradas, pintadas, con reuniones semanales donde cada uno da a conocer sus ideas e inquietudes. Bruno Canobra, docente y empresario de la zona, aporta: “El padre Berrios simplemente llegó a vivir con los marginados, a sentir sus carencias, con el solo objetivo de hacer carne el Evangelio. Y eso es muy valioso aquí, en una ciudad como Antofagasta, sin modelos claros de consecuencia y humildad”. Por cierto, que esta lectura del Evangelio, en La Chimba, según el sacerdote Felipe Berrios, nos interpreta cabalmente….

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