lunes, 13 de agosto de 2012

Texto de la Declaración Pública de la Asociación Gremial de Productores Agrícolas de Victoria

Victoria.- ¿Cómo entender que al que trabaja se le exija y al que es violento, declara la guerra al Estado y anuncia con bombos y platillos que quiere echar a los colonos y las forestales de “sus” tierras, se le premie? La Asociación Gremial de Productores Agrícolas de Victoria quiere expresar a través del presente comunicado su solidaridad con todos los productores agrícolas, grandes, pequeños y medianos, y con todos los habitantes de la Provincia de Malleco que se han visto afectados por la seguidilla de hechos de violencia desde el año 2001 a la fecha, y que se han acrecentado en frecuencia y gravedad en los últimos meses. Hemos escuchado de parte de nuestras autoridades locales y nacionales una serie de anuncios y medidas para, según proclaman, terminar con los actos de violencia, solucionar los casos denunciados a la fecha y prevenir nuevos hechos de violencia, especialmente en la zona de la comuna de Ercilla. Pues bien, desde el día 24 de julio recién pasado los predios Montenegro y La Romana, pertenecientes a la familia Urban, están ocupados por la comunidad Ignacio Queipul Tradicional de Temucuicui. Se ha solicitado desde esa fecha el desalojo de los predios, la última solicitud con fecha 2 de agosto, con la respectiva Orden de Desalojo decretada por el Fiscal de Collipulli Sr. Luis Chamorro Díaz. Por algún misterioso motivo, Carabineros no ha cumplido la orden del Fiscal. Nos parece inaceptable y gravísima esta situación. El país ha podido ver por televisión abierta que los comuneros que están ocupando ilegalmente el predio lo están trabajando con un tractor, con el cual trataron de atropellar a Carabineros el primer día de ocupación. Pues ese mismo tractor fue regalado a la mencionada comunidad hace pocos meses por INDAP, ocasión en la cual los miembros de la comunidad no permitieron al Intendente Andrés Molina, representante del Presidente de la República, el ingreso a su propiedad para la ceremonia de entrega. No logramos explicarnos cómo es posible que el Gobierno, faltando a una promesa hecha al principio de su mandato, esté premiando a una comunidad que está permanentemente actuando fuera del marco legal, que proclama por cuanto medio periodístico existe que no se consideran chilenos, y que ha declarado públicamente la guerra al Estado chileno. ¿Cuántos productores agrícolas chilenos necesitan un tractor para hacer producir su tierra? A ellos no se les regala nada: deben concursar a fondos de Gobierno (Indap, Corfo u otros) y obtener préstamos bancarios para trabajar sus campos y adquirir maquinarias, pagando todo y con intereses. ¿Cómo entender que al que trabaja se le exija y al que es violento, declara la guerra al Estado y anuncia con bombos y platillos que quiere echar a los colonos y las forestales de “sus” tierras, se le premie? El Gobierno no ha estado a la altura, y nuestras autoridades locales no han sido capaces ni responsables en dar a conocer nuestra realidad como corresponde: ¿Cómo puede ser que a 2 años y medio de asumido el Gobierno del Presidente Piñera, recién se esté haciendo un diagnóstico de la situación, entrevistando a los afectados chilenos? ¿Cómo puede ser que en la Gobernación no manejen en detalle las cifras de hectáreas tomadas y que no se pueden trabajar por amenazas, porque recién están haciendo el catastro? ¿Cómo puede ser que el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara, tras la sesión sostenida en Temuco el pasado lunes 6 de agosto, haya dicho que estaba sorprendido por la realidad de los agricultores afectados por hechos de violencia, ya que ellos sólo conocían lo manifestado por los comuneros, en cuanto a los abusos de Carabineros? ¿Dónde han estado nuestras autoridades y nuestros parlamentarios todo este tiempo? Por qué ninguno ha sido capaz de dar a conocer en su verdadera dimensión lo que se vive día a día en Malleco? Ya basta: • Exigimos a las autoridades hacer cumplir la ley, y velar por nuestra seguridad como chilenos, cumpliendo así con la obligación establecida en la Constitución de la República de Chile. • Exigimos que se dé a conocer la verdad, y no se siga ocultando lo que vivimos día a día bajo el pretexto de que debemos cooperar con el Gobierno en la solución del problema. NO es nuestro problema, es un problema de Estado, y no tenemos porqué pagar las consecuencias los habitantes de la Provincia de Malleco, tanto chilenos como mapuche. • Así como se han prometido diversas medidas de desarrollo social y económico para los habitantes mapuche de la Araucanía, exigimos igualdad de condiciones para TODOS los chilenos: la pobreza no es exclusivamente de ellos, no son los únicos que necesitan recursos, educación y salud. No es justo que se nos siga discriminando. • Los habitantes de la Araucanía queremos trabajar y producir tranquilos, y es obligación del Estado velar porque así sea. No queremos más amenazas veladas de autoridades y empleados de Gobierno para vender nuestras tierras a Conadi: estas tierras las trabajamos arduamente desde hace más de 1 siglo, y gracias a nuestro esfuerzo, trabajo e inversión hoy somos ejemplo de productividad a nivel mundial. • La gran mayoría de los habitantes mapuche de Chile trabajan, emprenden, y viven de acuerdo a las leyes y nuestra Constitución, esparcidos a lo largo y ancho del país. Este grupo de violentistas que nos tienen amenazados y que ha tenido en jaque a varios Gobiernos a estas alturas, no contribuye en nada a la solución de ningún posible problema, todo lo contrario: lo único que logran es generar un ambiente tenso y violento, donde los más perjudicados son sus propios hermanos que quieren vivir tranquilos y no lo logran. • No aceptamos la declaración de las comunidades violentistas exigiendo al Gobierno la recuperación de tierras y, para ello, echar a los colonos y forestales de Malleco. Por lo mismo, exigimos al Gobierno una postura firme al respecto. Si tanto se criticó con firmeza a otros hace unos años por pretender tener un Estado dentro de otro en nuestro país, tampoco se puede permitir este tipo de declaraciones y acciones. Si defendemos con dientes y uñas los territorios ganados en guerra a países vecinos, partamos por defender nuestro territorio nacional de los violentistas que pretenden usurparlo estableciendo un nuevo Estado.

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