Pucón.- “Dos puntas tiene el camino” en Pucón. Ello porque hasta hoy se habla de dos nombres fuertes que debieran medir fuerzas por tercera vez.
En la primera, Carlos Barra se impuso por puntos a Edita Mansilla, provocando nervios en las huestes del entonces alcalde. En la segunda, la actual alcaldesa aprovechó el regalo de plata de la derecha, que presentó dos candidaturas, para hacerse del gobierno comunal causando escozor entre los centro derechistas acostumbrados a tener a Pucón como carta siempre segura. Incluso, para el diputado René Manuel García no debe haber sido muy presentable la caída de Barra.
Para el próximo año se anuncia la tercera patita de estos verdaderos duelos de votos entre Edita Mansilla y Carlos Barra. Ambos piensan tranquilos en sus posibilidades. Ambos se muestran seguros pero, sin embargo, saben que hay espacio para uno solo y que por lo mismo, uno de ellos se quedará en casa, pero no en la consistorial.
El problema en Pucón tiene sus complejidades partiendo por el propio partido de la alcaldesa Mansilla, el PPD, pues en su interior hay quienes claman por primarias abiertas para dilucidar el nombre del candidato. La respalda la fuerte decisión de su colectividad política que piensa en ella como la carta más segura para pelear la alcaldía, nuevamente.
Por otro lado, para Barra la lucha no será fácil pues la actual alcaldesa ha demostrado muchísima capacidad de trabajo, ha llegado fuerte a los sectores populares que antes eran incondicionales del ex alcalde, su mensaje ha sido claro y su sencillez contagiante.
Carlos Barra, de todos modos, es un político con mucha experiencia, con carisma y llegada. Sabe que “un viejo amor no se olvida ni se deja” pero que debe entender que quizás el del próximo año sea tan decisivo que si pierde su carrera política deberá guardarse en el baúl de los recuerdos.
Nadie, en Pucón, puede contar votos anticipadamente. Nadie puede aventurar el triunfo de nadie. Nadie podría apostar sobre seguro sin correr el riesgo de perder.
Como se aprecia, se trata de un entretenido panorama que comenzará a vivirse con mayor fuerza una vez que llegue a su fin el verano 2012. De ahí para adelante, todo puede ser porque está claro que ni el tarot podrá dar luces sobre el resultado final.
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