Victoria.- Hasta la redacción de Las Noticias -la mañana del pasado miércoles 1 de septiembre- acudió Jorge Fernández Alarcón de 44 años de edad, quien denunció “el secuestro de su cónyuge” -Aurora Griselda Mardones Anabalón- a quien no ve ni sabe de su actual condición desde el pasado mes de mayo del presente año. Ante ello Fernández manifestó “mi esposa está secuestrada por su propia familia en Collipulli, puesto que al fallecer su madre -sostuvo- comenzó la repartición de la herencia. Ella viajó desde Traiguén hasta Collipulli -en donde residimos- el pasado 29 de mayo y de ahí no he vuelto a saber nada de ella. La llamé al celular que yo mismo le compré, pero contestó mi cuñada quien directamente me dijo “número equivocado” y me cortó.
De ahí que comencé a averiguar sobre el paradero de mi esposa, con quien estoy casado legalmente hace dos años, y supe que sus propios hermanos la tenían secuestrada ya que siempre se opusieron a nuestro matrimonio y relación, y ahora tampoco quieren entregarle su parte de la herencia” explicó el afectado quien añadió “también supe que están buscando la forma de declararla interdicta y así internarla en una clínica siquiátrica, no solo para privarla de sus derechos sino de llevar y hacer una vida conmigo” aseguró Fernández Alarcón, quien indicó que su esposa padece de un depresión bipolar y que requiere constante medicación, la cual al no dársela manifiesta total grado de anuencia a lo que se le diga u ordene, sin que pueda tomar decisiones por sí sola.
“A ella sus hermanos nunca le dieron nada, Cuando murió su padre y ahora su madre, se quedaron con los campos y de todas esas ganancias nunca le han dado nada. Por lo que al ver que se casó conmigo y que yo tengo cierta preparación y estudios no iba a permitir que continuaran con sus abusos, optaron por secuestrarla y me dijeron que destruirían nuestro matrimonio a cualquier costo, ya que para eso tienen plata y eso lo compra todo” aseguró el hombre, quien indicó que vino hasta Carabineros de Victoria para poner y/o ratificar la denuncia que ya había efectuado tanto en Traiguén como en Collipulli.
“El pasado 14 de junio vine a Carabineros de Victoria para interponer una denuncia por el secuestro de mi esposa, ya que en Collipulli hasta ahora no he conseguido nada. Es más -agregó- tengo una hijita de seis años de edad que fue violada sexualmente por su padrastro y la justicia tampoco ha hecho nada, y el agresor sigue libre, incluso la madre -su ex pareja- es cómplice de tal hecho, ya que quienes denunciaron tal delito fueron la asistente social del Tribunal de Familia de Collipulli y la propia directora del colegio en donde estudia mi hija, eso ocurrió el 24 de octubre del pasado año 2009 y hasta hoy el sujeto apodado “El Chigua” sigue libre, mientras mi hija vive en hogares de menores de la región” aseveró.
Derecho
“En Collipulli las cosas son turbias, lo digo con todas sus letras. Allá son amigos de la coima, de no cumplir con lo que dice la justicia y en donde los amigos de los amigos hacen lo que quieren. De mi esposa no sé si está viva o muerta. Desde el 29 de mayo de este año que no la veo. Las autoridades de la zona -parlamentarios, el gobernador de Malleco, alcaldes y concejales- me han dicho que tengo todo el derecho de solicitarles tanto a carabineros como a la policía de investigaciones (PDI), que hagan lo propio por ubicar a mi esposa, pero lamentablemente algunos efectivos me han tratado mal. En ninguna parte siento que me han tomado en cuenta.
Ahora en la Fiscalía de Angol abrieron el caso, pero de eso más de un mes y tampoco he obtenido una respuesta satisfactoria. Allí otro detective me dijo que me iba a informar de su trabajo, pero hasta ahora nada” aseguró Fernández, quien sostuvo “incluso llamé a La Moneda al teléfono 690 4000 y me dieron el teléfono del ministro de Justicia, de paso me dijeron que si a mi esposa la hubiesen sacado de Collipulli estaríamos frente a un secuestro y un delito. Acá nadie me ha ayudado, lo único que quiero es tener a mi mujer de vuelta” manifestó el afectado, quien señaló que en dos oportunidades anteriores a su cónyuge Aurora Mardones -mientras visitaba a una hija que vive con sus parientes en Collipulli- también sus familiares la habrían mantenido retenida en contra de su voluntad. Por último Jorge Fernández Alarcón aseguró que nunca ha agredido a su esposa legal y que si se casó con ella hace dos años fue por amor y no por interés económico.
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