Victoria.- A eso de las 5.30 de la madrugada del pasado martes 7, me trasladé junto a mi hijo y esposo hasta la urgencia del hospital local, ya mi niño se moría del dolor de oídos. Allí no solo me atendieron de inmediato sino que en muy buena forma. El doctor Cruz lo examinó y le diagnosticó una inflamación a sus oídos asociados a un resfrío. Le recetó paracetamol y clorfenamina, ya que no habían las gotas otológicas que sí me recetó” indicó la madre del niño, Carolina Muñoz; quien siguió su relato manifestando que “Después de eso nos fuimos hasta la farmacia de turno -la del Dr. Simi- ubicada en calle Pisagua al llegar a Gorostiaga.
Nos encontramos con la cortina del local cerrada, como así la ventanilla de atención de público. Toqué durante media hora, pero nadie me atendió aunque el interior del local estaba iluminado y todo mientras mi hijo se retorcía del dolor de oídos junto a mi esposo, ambos al interior del auto” acotó Muñoz, quien hubo de retornar hasta su domicilio y tener que recurrir a remedios caseros tratando de lograr amainar el dolor de su vástago quien finalmente se durmió por efectos de la clorfenamina, para eso ya eran pasadas las 7 de la mañana.
“Por la tarde del mismo día fui a la consulta médica con mi hijo y el doctor le diagnosticó una otitis aguda y me recetó el mismo medicamento, el cual compré en otra farmacia, pero igualmente volví a exigir una respuesta por parte de la encargada de la farmacia de turno, correspondiente a la del Dr. Simi, a ella -añadió- le comenté lo ocurrido y solo se limitó en contestarme que “estaba en todo mi derecho en reclamar” y más aún me preguntó qué medicamento buscaba, ya que de seguro ellos no lo tendrían puesto que solo expenden remedios genéricos y no específicos” puntualizó la madre, quien concluyó sus dichos preguntándose ¿Cuál es el horario de turno de las farmacias en esa condición? ¿De qué sirve que una farmacia no tenga todos los medicamentos que un médico pueda recetar?
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