Victoriense denuncia grave problema sanitario

“Todos los inviernos se nos desborda el alcantarillado”

Victoria.- (Carlos Eriz) La pequeña y antigua población San José de Victoria, construida como solución de emergencia tras el terremoto del año 1960, sufre hace décadas de una saturación en las cámaras del alcantarillado que deriva en obstrucciones y derrame de aguas servidas, denunció a Las Noticias de Malleco el conocido vecino Iván Riffo Millacoy. Recuerda que llegó a vivir ahí con sus padres, cuando solo tenía 2 años de vida. "En 1965 esto lo tomó la CORVI, urbanizó, puso luz, agua y alcantarillado. De ahí comenzamos a vivir un poco mejor, pero con el tiempo se presentó el problema de inundación de las cámaras del alcantarillado. Yo me crié a "pata pela" circulando por esas aguas pestilentes en el patio cuando se rebalsaban las cámaras”. “Y desde adulto, ya con mi familia formada, constantemente les he estado reclamando a las empresas que tienen a su cargo la recolección de aguas servidas. Vienen, comprueban, limpian y se van; pero a través de los años el problema ha seguido”, expresa; mientras lo acompañamos a observar una excavación reciente a pocos metros de su casa, desde donde emana un olor fétido. “Todos los años llueve y se tapan los alcantarillados. He reclamado hasta en la Seremi, en Servicios Sanitarios, siempre me han ofrecido soluciones parches, pero la intención mía es que hagan un estudio y vean bien el problema”. NUEVAS POBLACIONES Estamos preocupados porque ahora están construyendo poblaciones nuevas hacia arriba y van a conectar todo su alcantarillado a este sector, agrega. “Imagínese si así siquiera estamos saturados, soportando desbordes y malos olores, si conectan esas poblaciones vamos a empeorar”. Y nos relata lo que le aconteció recién a unos vecinos: esta familia se atrevió a construir un nuevo baño, contrataron un maestro, compraron materiales, empezaron a perforar para conectarse a la red y se toparon con el problema de que la antigua tubería estaba rota desde hace largo tiempo, faltándole un pedazo de más de un metro. Entonces todo los residuos se derramaban subterráneamente, se acumulaban ahí y eran absorbidos simplemente por la tierra; no iban a ninguna parte”. Esto lo sospechábamos, acota Iván. “Les habíamos manifestado en la Seremi que podían haber tubos rotos generando problemas graves. Pero me contestaban diciendo que no, que solo era saturación. Y yo les insistía, aquí tiene que haber algo que está mal. Y se comprobó ahora que excavaron a 2.50 metros encontrando esta rotura, cubierta de piedras”. Por ello tuvo que venir Aguas Araucanía con maquinaria y personal a repararla. Entonces se pregunta: ¿este problema puede estar en cuántas partes más de este sector? EN EL CENTRO NO OCURRE Los barrios centrales de Victoria no sufren esta desagradable complicación, compara. “En el centro de la ciudad esto no sucede, todo les funciona perfecto y nunca han experimentado algo tan humillante, maloliente y vergonzoso como tener sus baños tapados durante varios días, quedando los residuos a la vista. Ni siquiera le podemos facilitar en esos momentos el wc a las visitas”, dice molesto. Empiezan las lluvias en el invierno y de inmediato las cámaras grandes se tapan completamente, narra este afectado poblador. “Cuando iba a quejarme a las oficinas me decían: tiene que esperar a que bajen las aguas no más, no podemos hacer nada”. “Entonces se lo pasan contratando camiones de Temuco para que vengan a limpiar, gastando plata, pero nunca hacen una revisión o solución definitiva. Aquí todos sufrimos lo mismo, hasta el mismo presidente de esta población tuvo que hacer este año una cámara nueva afuera ya que en el invierno se lo pasaba con un tarro sacando la suciedad de su casa”. DESCONEXIÓN Y VÁLVULAS Añade que ha llegado a pedir que lo desconecten algunos meses de la red de alcantarillado para que no le sigan cobrando, pues no le presta ninguna utilidad. “El colmo es que el problema se está presentando también este verano. Y lo único que han hecho es instalarnos una válvula anti - retorno, que no soluciona nada ya que deja pasar los líquidos livianos pero la parte gruesa queda toda ahí, generando mal olor, no se la lleva”. “Para más remate, cuando pavimentaron la calle Las Rosas entre Arica y San Martín, tenían que bajar las matrices de agua potable, pero por falta de recursos no lo hicieron. Entonces la constructora para poder ejecutar la obra a tiempo debió rellenar con 50 cm. de tierra, quedando la calzada más alta que las casas, por ello ahora no hay desagües y toda el agua de lluvias y lo que es botado por los alcantarillados retorna y se nos mete a los patios o debajo de las casas”. A raíz de todo esto, dice que no les quedó otra solución que comenzar a reclamar por los medios de comunicación, “a ver si las autoridades nos toman seriamente en cuenta alguna vez”.