martes, 23 de septiembre de 2014

Caras felices en ramaderos tras cuatro días de Fiestas Patrias

- Anticuchos, empanadas, chicha y terremotos fueron lo más vendido en las fondas.
Angol.- Rodrigo Zurita Puras cuentas alegres sacaron los ramaderos de la comuna de Angol tras los cuatro días de celebración de fiestas patrias, donde la gente salió a celebrar y se olvidó de dietas y otras restricciones, siendo las empanadas, los anticuchos, la chicha y el terremoto los reyes de esta jornada. Pese a que las celebraciones de Angol concluyeron la madrugada del domingo, a las 02:00 horas, los ramaderos no disimulan su satisfacción por las ganancias de estas celebraciones, manifestando que la gente respondió muy bien y que el orden y la seguridad dentro del recinto SAMA fueron los puntos más destacables este 18 de septiembre. Para Carlos Urra, más conocido como “El Huasito Feliz”, este año fue muy bueno, superior incluso al 2013. “A mí la verdad es que me fue bien, no puedo quejarme. Se vendió toda la chicha, se vendieron más de mil jugos y también se vendió muchos empasados y anticuchos, por lo que el balance fue positivo. Es bueno destacar el control que realizó Carabineros dentro del recinto, eso fue muy bueno. Prácticamente no hubo peleas y todo estuvo muy tranquilo, la familia pudo venir tranquilamente y disfrutar de esta tradición”, declaró el alegre comerciante. Destacó además que se encuentra muy feliz con haber recibido el premio al tercer lugar de las fondas de este 2014, donde se premió la decoración y orden de cada local. INAUGURACIÓN Cabe señalar que en la comuna de Angol, las fondas y ramadas comenzaron a funcionar desde la tarde del día miércoles 17, a eso de las 18:00 horas, cuando fueron inauguradas por el alcalde de Angol, Obdulio Valdebenito y autoridades locales y provinciales, funcionando hasta la madrugada del día domingo. Otro de los que sacó cuentas alegres en estas fiestas fue el comerciante Víctor Orellana, padre del concejal angolino Marco Orellana, quien pese a que debió cambiarse de ubicación con respecto a la del año pasado, su público le respondió y las finanzas arrojaron números azules en esta oportunidad. “Estuvo bueno este año, pese a que me cambiaron de ubicación. La gente respondió, vinieron muchas familias y eso se debió principalmente a la seguridad que existió dentro de este recinto. Carabineros realizó muy bien su labor y peleas, al menos dentro de mi local, no hubo”, manifestó Orellana. DESARME “Ahora se viene todo el trabajo de desarmar todo esto y después a descansar merecidamente. El negocio es bueno, pero también hay que sacrificarse harto” sentenció el dueño de “La Roja de Todos” como se llamó su local. Raya para la suma, un buen año para ramaderos y fonderos y pese a que en algún momento San Isidro amenazó con las fiestas, esto no sucedió y ahora todos sonríen y sacan cuentas alegres.

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