¿Cuál será el futuro de Victoria?

Victoria.- Preocupante resulta para un padre dar respuesta a un hijo que está en la edad del porqué. Ello lo asumimos entendiendo que estos pequeños, y a pasos de la adolescencia, se preguntan sobre nuestra realidad. ¿De qué vivimos..? ¿Qué nos espera?
Sabios sin duda, porque ellos el día de mañana tras cursar su educación media emigrarán, en lo posible en demanda de estudios superiores.
Por de pronto, la pregunta del niño-joven nos hace aterrizar y meditar se torna preocupante. Es difícil avisorar el futuro, sin embargo es mas difícil aún, cuando no se ven espectativas. Y eso es lo que nos está ocurriendo en Victoria. Falta mas decisión.. falta mas compromiso de los líderes.
El viernes último la comunidad fue testigo de un acto donde se abordó un tema de tanta importancia para el futuro de este sector de La Araucanía y que dice relación con el Corredor Bioceánico. La convocatoria del alcalde y su Concejo, sin duda que no se restó, pero no aparecieron los Honorables (Espina, Quintana y Estay).
Comprensible será por la función que ellos desempeñan el no estar presentes en una cita tan esperada. Sin embargo, se requiere de su competencia, de su conocimiento, de sus contactos.
Victoria tiene una oportunidad histórica. Tenemos la suerte de que nos represente un senador de Gobierno, que es la mano derecha del Presidente de la República. Asimismo el Jefe de Estado tiene un compromiso con esta Región y con estas comunas en particular, pues fueron estas las que le brindaron un apoyo mayoritario en la elección presidencial.
Entonces, es hora de cobrar la palabra y pedir la ayuda cuando se necesita. No es justo que el tan anhelado Corredor Bioceánico, e igualmente esperado por los hermanos de la vecina Argentina, se nos vaya de las manos por la falta de diligencia. Una oportunidad como ésta es la que requiere este pueblo de Victoria para que salga de su subdesarrollo. Una oportunidad como ésta es la que necesitamos para terminar con la cesantía.
No escatimemos esfuerzos y reinsistamos hasta lograr el objetivo, cuyo fin es el bien común.
Como corolario, le diré al niño en cuyos ojos anida desesperanza, que Victoria hará mérito a su nombre, que sus autoridades, sus instituciones, su gente, se volcará tras este fin que a la larga nos beneficiará a todos.