miércoles, 6 de octubre de 2010

El paso por Malleco del entrenador que ubicó tercero a Chile en el mundial del ´62

Traiguén.- Tiene que haber sido por allá por el año 1943 que Fernando Riera Bauzá vino hasta Malleco, integrando el combinado universitario -como se llamó a aquel gran equipo que conformaban la Universidad de Chile y la Universidad Católica- y quienes sólo jugaban en las capitales de provincias, así que en Malleco hubieron de presentarse en Angol.
Fue así como en estos pastos vimos a Livingstone, Bucciardi, Vidal, Mediavilla, el propio Riera, quienes eran solo algunos de cuadro cruzado, mientras que Las Heras, Busquets, Ibáñez, Balbuena y otros -que recuerdo- eran el aporte azul. Angol por su parte los enfrentó con dos jugadores de su sede, los otros nueve fueron jugadores de Traiguén: San Miguel, Cerda, Lorenzo González, Canales, Venegas, Jara, Romero, Hernán Muñoz, Villalobos, entre otros.
Era lo más fuerte que podía ofrecer Malleco para enfrentar a tan poderoso adversario. Finalmente el partido culminó imponiéndose el combinado universitario por 5 goles contra 2 sobre la selección de Malleco. Cabe recordar que el equipo santiaguino traía otro estilo de juego, además que sus integrantes eran casi todos seleccionados chilenos. Por única vez vimos como jugador a Fernando Riera, quien acaba de fallecer, llamándonos inmediatamente la atención por su gran técnica y su señorío para abrirse camino en una recia defensa, todos los visitantes fueron vistos con verdadera admiración por su alta calidad. Recuerdo que Livingstone acaparó la atención por su gran corpulencia y elasticidad para elevarse tras un tirazo de Onofre Venegas el cual fue a dar en el travesaño. La mayor parte del encuentro fue un monólogo y el triunfo del combinado se justificó plenamente.
Pero hablaremos algo de Fernando Riera
En 1962 -antes- fue designado entrenador de la selección chilena de fútbol para conducirla en el Mundial del mismo año que se celebró en Chile. Cabe recordar que Fernando Riera había vivido algunos años en Francia, en donde conoció a Gabriel Hannot; una autoridad del fútbol en ese país a quien invitó a venir a Chile con la finalidad que pudiese apreciar su trabajo. El especialista francés quedó impresionado por la seriedad del quehacer del chileno y proclamó a los cuatro vientos que esa era la forma de encarar la preparación de una selección.
Jugado el Mundial de 1962, con Chile ubicado en el Tercer Lugar, le dio la Hannot y a Riera que se llenó de gloria. Ha muerto un gran entrenador. En su despedida sus pupilos -hoy en retiro- lo sintieron y lo lloraron en sus funerales. Ha muerto un gran chileno. Autor de grandes goles. De espectaculares jugadas. Un chileno finalista de la copa de campeones de Europa, jugando por el Benfica de Portugal. Uno que hacía goles olímpicos dejando como estatuas a los grandes porteros. Partió Fernando Riera, el padre del fútbol moderno en Chile y el césped de Malleco tuvo el privilegio de sentirlo y admirarlo.

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