lunes, 19 de octubre de 2009

La indiferencia ciudadana a víspera de un Bicentenario

Santiago.- .- Al releer la centenaria editorial de esta casa periodística -editada el 16 de julio de 1910- no podemos dejar de percatarnos que nada ha cambiado.
El párrafo ya acusaba la desidia ciudadana en torno a las celebraciones patrias, que daban cuenta de los primeros cien años de la Emancipación Nacional. Nuestra ciudad de Victoria tampoco escapaba a tal juicio. Cada frase recalcaba y hacía patente el menosprecio y falta de interés por destacar la gesta heroica de nuestros próceres que lucharon y se durmieron tratando de ver la Patria Libre.
Si no es por los medios de comunicación de todo el país, el próximo Bicentenario pasaría lisa y llanamente desapercibido. A nivel central vemos como todo el aparataje gubernamental, político y administrativo apuesta lo mejor por hacer de esa fecha todo un acontecimiento, el cual y al parecer nos tocará ver por televisión como ocurre cada año nuevo en la bahía de Valparaíso. ¿Equivocados? Creemos que no. Basta ver que en esta propia comuna no existe una obra bicentenaria.
No advertimos programas serios de celebración. Estamos ad portas y creemos también que la premisa -como buen chileno- se dejará todo para última hora. Son varias las voces que en su momento y a consulta de este medio -más aún en año electoral- se han pronunciado, con un sinnúmero de ideas y proclamas a favor de celebrar los doscientos años de la Patria. Sin ir más lejos se han organizado concursos de belleza buscando a la señorita Bicentenario. Iniciativa que nunca prendió y que hasta hoy jamás cobró los ribetes necesarios para hacer de la idea, una instancia de peso y de reconocimiento a la belleza de la mujer victoriense. Al parecer todo quedó allí.
Durmiendo. En compás de espera. Como todo. Por otra parte un parlamentario se comprometió a gestionar una Comisión Pro Celebración del Bicentenario. La idea no pasó de ser una más de las quimeras a las que nos tienen acostumbrados los políticos de turno. Nada de comisiones. Nada de gestiones. Más de lo mismo.
De igual modo nuestros ediles han carecido de esa luz que muchas veces los lleva a denunciar, fiscalizar y defender los intereses comunales. Hoy ninguno de ellos se ha referido o aportado a favor de la noble celebración en nuestra propia ciudad. Por eso consideramos que la voluntad escasea desde varios sectores. Admiramos por ejemplo la capacidad y empeño mostrado por todos los comerciantes e industriales de Victoria, quienes de la nada y aunando voluntades y esfuerzos lograron reflotar la extinta Cámara de Comercio de esta ciudad. Del mismo modo nos gustaría ver que todas nuestras autoridades y sobretodo nuestros representantes parlamentarios -quienes mucho tienen que decir, aportar y hacer en este tema- homologaran tal empeño, pero hasta hoy vemos que tampoco ni como oferta de campaña, aparece algún atisbo e iniciativa en directo apoyo a celebrar la Independencia Nacional en sus doscientos años de libertad. Esperamos pues que todos en su conjunto enmendemos el rumbo y con abierta iniciativa, impulsemos actividades, programas, tareas e instancias con empeño y entrega no solo por la propia Patria sino por nuestra propia ciudad. Victoria se lo merece por su historia.
Por su gente y por su futuro. Esperaremos que ello ocurra, mientras tanto esta tribuna está llana y abierta a cooperar en que tal empeño se materialice. ¡Que así sea..!

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