
El Superior de la Comunidad Mercedaria local y capellán de la Unidad Militar, padre Patricio Gavilán Enríquez presidió la Liturgia, junto a las autoridades castrenses, comandante de Guarnición, coronel Hernán Díaz; el segundo comandante del Batallón, teniente coronel José Quinteros; el alcalde de la Comuna, Hugo Monsalves, contingente y público que hizo estrecho el templo parroquial.
Marca la vida
Tras La lectura del Evangelio, tomado de San Juan, el sacerdote durante la homilía dijo que la significativa ceremonia “que marca la vida de un soldado, es precisamente, el Juramento a la Bandera porque, quizás, en este día se contempla, lo más sagrado y lo más sublime, que un corazón de soldado puede brindar, que es entendiendo que la Patria exige y amerita, de parte de cada uno de los juramentados, entregar el don más sagrado”. Procediendo, posteriormente, a bendecir a quienes, al día siguiente, cumplirían con el sagrado compromiso de un Ejército vencedor y jamás vencido.
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