martes, 11 de septiembre de 2012

Joven soldado conscripto se niega a volver al Regimiento Húsares de Angol tras confuso accidente

Angol.- “No quiero volver al regimiento”, fueron las únicas palabras que señaló a Las Noticias de Malleco el soldado conscripto del regimiento Húsares de Angol, accidentado en una de las actividades propias del ejercito. Fabián Rodrigo Pino Mela, oriundo de la localidad de Pailahueque, comuna de Ercilla, ingresó a cumplir con su servicio militar en el mes de abril con la ilusión de que una vez terminado el proceso lograra ingresar a la Escuela de Gendarmería de Chile. El soldado conscripto actualmente se encuentra en el Hospital Mauricio Heyermann de Angol, donde lo están tratando por un accidente que le dañó uno de sus ojos. Una vez que llegamos hasta el recinto asistencial para conocer directamente del afectado alguna impresión de lo ocurrido, lo único que logramos obtener fueron las palabras: “no quiero volver al regimiento”. Razón por la cual, optamos conversar con su hermana, Andrea Pino Mela, quien muy afectada por la situación nos manifestó que: “a mi mamá la llamaron por teléfono como a las 11 de la mañana, luego la fueron a buscar, acabo de conversar con él para saber lo que le pasó y no quiere volver al regimiento. Quiere volver a la casa, está muy deprimido, se lo pasa llorando y nosotros como familia estamos mal. Nosotros se lo entregamos en buenas condiciones y vea como está ahora”, concluyó su hermana. Hasta el tercer piso del hospital angolino llegó casi al mismo tiempo que nosotros, el comandante del regimiento Húsares, coronel Helmut Kraushaar Heyermann, quién accedió a conversar amablemente con nosotros y manifestó al respecto que: “el soldado Fabián Pino, tuvo un accidente el día lunes, mientras se materializaba la instrucción física militar, en la cual su unidad a cargo de un instructor realizaban un recorrido de dos millas, lo que consiste en un trote con diferentes ritmos, en un lugar destinado para instrucción. Una vez finalizada la instrucción pasaron de un sector a otro. Lamentablemente él se encontró, en forma sorpresiva con un alambre a la altura de su rostro. Hay que considerar que anteriormente un grupo de soldados pasó por este sector sin mayores problemas y nadie se dio cuenta. Lamentablemente le tocó a él, ya que es un poco más alto que el resto que iban a la cabeza”, puntualizó el comandante.

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