Curacautín.-Una de las mayores preocupaciones hoy en día en nuestra y otras regiones del país, es la escasez de agua, situación que se hace presente en esta época y se intensifica con los incendios forestales que también preocupan a la población y se están convirtiendo en un hecho común en estas fechas, pero ¿es solo un factor producido por las altas temperaturas del verano o existen otros temas de fondo?
Integrantes de la Agrupación Vive Curacautín y personas que simpatizan con el grupo y sus ideales, coinciden en que una de las grandes problemáticas es la devastación del bosque nativo y la sustitución de este por las plantaciones de árboles exóticos como pinos y eucaliptus. Actividad que ha crecido rápidamente invadiendo grandes extensiones, muchas de ellas en terrenos fértiles, aptos para agricultura, ganadería, turismo, ecoturismo, u otro, desplazando la población rural, destruyendo identidad de los territorios, su valor paisajístico, belleza escénica, entre otros. Y lo que es más relevante, generando un problema irreversible en el recurso hídrico, dejando sus suelos sin valor, y sin que se tome conciencia ni cartas en el asunto.
¿Vamos a dejar que la superficie plantada siga aumentando en Curacautín, o vamos a esperar que acontezca lo que sucede en los sectores rurales de las comunas como Collipulli, Lumaco, Angol, Renaico, Los Sauces, Galvarino, Carahue, Ercilla, Traiguén, Purén y Toltén, que son las comunas con mayor superficie forestada, y que día a día deben ser abastecidos de este preciado recurso (agua) con camiones aljibes…?
Proponemos:
• Fomentar la promulgación de una Ley de suelo que permita exigir un ordenamiento territorial que impida que vastas extensiones de suelos fértiles sean utilizados para plantaciones de pinos o eucaliptus.
• Fomentar mediante ¡importantes incentivos! a quienes realicen plantaciones de árboles nativos en sus predios.
• Endurecer las multas a quienes hoy en día destruyen nuestro bosque nativo (patrimonio de todos). Casos como el del sector Córdova, en las cercanías de la boca toma del agua potable que abastece a la población curacautinense. Situación en la que no se respetó el plan de manejo existente. En muchos otros casos estas multas no compensan el daño causado al bosque (nativo)y para rematar se termina forestando con árboles exóticos. Para los depredadores de nuestra flora y fauna, les acomoda pagar dichas multas, y recibir de igual forma las ganancias por la explotación indiscriminada de nuestros recursos naturales, causando un daño irreversible. Esperemos que este hecho no vuelva a suceder, y que todos seamos fiscalizadores, prioritariamente en zonas como la nuestra, declaradas Reserva Mundial de la Biósfera.
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