sábado, 15 de octubre de 2011

INDAP destaca aumento de participación de mujeres en actividades agrícolas "En el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer Rural"

Victoria.- Paulatinamente las mujeres están asumiendo con mayor fuerza un rol estratégico en los procesos productivos y de innovación agraria, iniciativas que les permiten contribuir a la economía familiar y al reconocimiento social. Conscientes de esta realidad INDAP Araucanía está generando oportunidades de desarrollo para ellas, a través de la entrega de recursos, capacitación y asesoría técnica.
Un ejemplo de ello, es que durante este año la institución de fomento ha transferido más de mil millones de pesos a mil 689 usuarias a través de instrumentos crediticios, cifra que representa casi un 27 por ciento del total de las colocaciones de la región. Asimismo, en el Programa de Desarrollo Local,Prodesal, participan más de 4 mil emprendedoras, alcanzando un 43 por ciento del total de usuarios.
Así lo destacó el director regional de INDAP, Ricardo Mège, en el marco de la conmemoración del día Internacional de la Mujer Rural, fecha (15 de octubre) que busca poner en relieve la contribución de las mujeres del campo a la seguridad alimentaria y al desarrollo de las zonas rurales.
“Como Gobierno estamos conscientes de la importancia de la labor que la mujer tiene en las familias campesinas, y es por eso que hemos decidido darles un fuerte apoyo e incentivar sus proyectos e iniciativas productivas a través de los diversos programas que tiene la institución”, señaló Mège, junto con extender un reconocimiento a las mujeres rurales de La Araucanía en su día.
La autoridad destacó además que este año INDAP asignó a través de un concurso especial, sólo para mujeres, 300 millones de pesos para cofinanciar proyectos e iniciativas de inversión productiva a través de un convenio con el GORE.
Agregó que actualmente, más de 6 mil productoras de la región apoyadas por la institución de fomento, desarrollan con éxito emprendimientos en los rubros de horticultura y floricultura, artesanía textil, cultivo de plantas medicinales, producción apícola, ovina, elaboración de alimentos procesados; iniciativas de turismo rural, entre otros. Estas experiencias demuestran que la incorporación de la perspectiva de género al desarrollo productivo adquiere relevancia en términos de su contribución al incremento del capital humano y social, donde la familia rural en su conjunto se transforma en el eje impulsor del fortalecimiento de las economías locales.

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