jueves, 16 de junio de 2011

Partió programa de entrega del “Bono Consulta Médica Respiratoria”


Araucanía.- acientes menores de 15 años y mayores de 65 años del tramo A de Fonasa, que hoy no acceden a Libre Elección, son los beneficiados con esta medida, que busca igualar los derechos de los asegurados y descongestionar las urgencias de los hospitales públicos. En el servicio de Urgencia del Hospital del Salvador, en Santiago, el director nacional de Fonasa, Mikel Uriarte, y el subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, dieron el vamos al programa de entrega del “Bono Consulta Médica Respiratoria”, que beneficiará a los niños menores de 15 años y mayores de 65 años para acceder a una consulta con un médico particular en los casos menos complejos.
La población beneficiaria es aquella inscrita en el tramo A de Fonasa, es decir, carente de recursos y que no realizan cotizaciones. Ellos sólo pueden atenderse en consultorios y hospitales públicos, sin posibilidad de comprar bonos. Con esta medida, inédita, los pacientes recibirán un documento que les permitirá atenderse —en forma completamente gratuita— con un médico particular, inscrito en la Libre Elección de Fonasa. Se estima que 1,7 millón de personas podría verse beneficiado con esta medida.
“En un situación de emergencia, como la que se está viviendo este inverno, hacemos este gran esfuerzo de complementar la salud pública y privada en beneficio de aquellos pacientes que van a poder acceder en condiciones de igualdad a la atención médica, pues a diferencia de los otros tramos de Fonasa (B, C y D), los beneficiarios de tramo A no tendrán que realizar copago por estas consultas particulares”, dijo Uriarte.
Esta medida extraordinaria, inserta dentro de la Campaña de Invierno, ya había sido solicitada previamente por la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, por parte de parlamentarios de todas las tendencias.
El “Bono Consulta Médica Respiratoria”, que se extenderá hasta el 31 de julio, se entregará en todos los servicios de urgencia hospitalaria a lo largo de todo el país. Está destinado a aquellos pacientes que presenten cuadros respiratorios menos complejos y que puedan ser atendidos en una consulta médica. Ello se determina tras la evaluación médica que se realiza en los Servicios de Unidades de Urgencia Diferida de aquellos hospitales que las posean en la Región Metropolitana o por las Unidades Selectoras de Demanda (triage) de los Servicios de Urgencia hospitalarias.
“Cuando llega un paciente menor o adulto mayor son rápidamente evaluados en las urgencias de los Hospitales a lo largo del país. Esta evaluación permite saber si lo que tiene el enfermo (adulto o niño) es una enfermad de leve complejidad que no requiere hospitalización y que no va a requerir y es rápidamente atendido. Pero si por algún motivo esa urgencia está absolutamente a plena capacidad y tiene un tiempo de espera, este servicio de urgencia, por medio de esta unidad que evalúa a los enfermos, va a poder distribuir en ese momento un bono de atención respiratoria y lo va a mandar algún prestador privado o médico de alguna consulta del barrio, de la comuna de alrededores del hospital que esté inscrito en la modalidad de libre elección”, explicó Castillo.
De este modo, se contribuirá a disminuir la congestión en los centros asistenciales, donde las largas esperas en espacios cerrados aumentan el riesgo de contagios.
El paciente recibirá un formulario de derivación, donde irá el nombre del prestador privado en convenio con Fonasa. Los médicos y centros médicos son elegidos de entre el universo de 10 mil prestadores de Libre Elección inscritos en Fonasa, previa evaluación de calidad.
La persona debe comunicarse con la consulta y pedir hora, que le será entregada según las disponibilidades de agenda. Así, el usuario podrá concurrir en horario hábil a un centro de atención privado, es decir, considera la misma operatividad que una consulta de medicina general electiva en la modalidad de Libre Elección de Fonasa.
Si en la consulta privada el médico les indica exámenes o radiografías, los pacientes deben solicitarlos en el hospital que los derivó. En cuanto a los remedios que se le receten, que deben formar parte del arsenal farmacológico público, los retirará también del hospital. En caso de controles, van a cuenta de la primera consulta y si un paciente va a mostrar exámenes, no se le cobra otra consulta.
El bono se entrega una vez y tiene una duración de una semana. El costo del programa asciende a $3.000 millones.

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