viernes, 11 de junio de 2010

Padre de Paola: “No buscamos venganza, sólo que la justicia siga su curso”

Angol.- Estoicamente, los dos padres de la joven asesinada participaron de los funerales y dejaron en claro que en sus corazones no guardan un rencor desmedido.
Estoicamente y llevando un gran dolor por dentro, Claudino Viveros y Mónica Bustos, padres de Paola, lloraban pero se mantenían serenos mientras los restos de sus hija eran sepultados en el Cementerio Municipal de Angol.
Con gran fortaleza interior, debieron soportar 19 días de angustia por no saber el paradero de su hija y ahora debieron enfrentar el difícil trance de conocer que había sido asesinada.
Claudino Viveros, comentó que siempre pensaron que el pololo de su hija, de 17 años de edad y quien trabajaba en un conocido pub- restaurant del Barrio Industrial, algo tenía que ver en la desaparición de Paola Viveros Bustos.
El hombre recordó que hace aproximadamente un año, el muchacho le propinó una brutal golpiza a la joven, lo que hizo que ella terminara en el hospital y él detenido, “pero mi hija lo quería mucho y finalmente retiró la denuncia”, afirmó.
Viveros agregó que desde la desaparición de Paola, el joven había manifestado una frialdad tan grande, que hasta se unió a la búsqueda de la muchacha, “y varias veces nos mandó a lugares que no tenían nada que ver, como para despistar”, recordó.
TRANQUILIDAD
Con mucha serenidad, apoyados fuertemente en su religión, ambos padres de Paola se mantuvieron firmes, pero con mucha pena en las exequias, tanto así que decidieron no volcar su dolor en sentimientos como venganza ni pidieron la muerte del brutal homicida, como es usual en este tipo de crímenes que devastan a familias completas con el sufrimiento.
“Ahora estamos un poco más tranquilos porque nuestra hija descansa donde tiene que estar: con Dios. Nosotros no tenemos rencor contra el asesino, no sé lo que le pasó, eso sólo lo sabe Dios. Algo le tiene que haber pasado, porque según él la quería mucho, pero no se de qué forma demostró su cariño”, reflexionó entre lágrimas, dijo el progenitor de Paola.
Consultado sobre la sangre fría del homicida, que incluso colaboró en la búsqueda, “nos ayudó a buscar, pero siempre nos desviaba para otros lados, pero Dios sabe por qué hace las cosas y gracias a él la pudimos encontrar y terminó la incertidumbre. Nuestra hija descansa, pero nosotros somos los que quedamos con el dolor”, agregó.
Claudino Viveros afirmó que esta tragedia les servirá para unirse más como familia, pues Paola tiene dos hermanos, un varón que es militar y una pequeñita menor de edad. “Ella nos ayudará desde el cielo y por la chiquitita debemos unirnos, luchar y salir adelante”.
Por último, su mensaje a los jueces que deberán revisar este horrendo crimen, no fue de rencor.
“No buscamos venganza, sólo que la justicia siga su curso. Que ellos vean qué castigo se merece, nosotros no pediremos una sentencia, no hay ánimo de venganza, sólo sentimos dolor”, concluyó el acongojado padre.

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