Lucho Barrios

Angol.- (Daniel Salinas) Se fue Lucho Barrios y con el partieron las melodías populares y las letras de canciones que el pueblo de America Latina reconoció como suyas: Tuve el honor de conocerle y compartir escenario en alguna oportunidad. Saber de su humildad, requisito común para los que llegan a ser verdaderamente grandes y escuchar en vivo y en directo sus afamadas interpretaciones.
Fue un hombre bueno que transmitía amistad y buena onda. Había aprendido a descifrar los códigos del bajo pueblo. No hacía falta mucha intelectualidad para comprender los contenidos de sus canciones. Su lenguaje era directo, interpretaba lo que los sectores populares experimentan a diario en los dominios del amor. Los de mi generación, aquellos en que las nieves del tiempo ya han encontrado cobijo en nuestras sienes, no podríamos olvidar las innumerables oportunidades en que escuchando la música de Lucho Barrio, emprendíamos nuestras primeras excursiones en los campos del amor.
Cuando le decían que era un cantor cebollento, respondía con un “A mucha honra”, puesto que si el gran Pablo Neruda escribió una oda a la cebolla, no tengo porque avergonzarme de ese apelativo, luego sonreía, mostraba los dientes y achinaba los ojos, celebrando la salida y continuaba conversando, como si nada hubiese ocurrido. Llegó a tener la condición binacional de ser ciudadano peruano y chileno adoptado por el cariño del pueblo. Algo difícil de lograr y que sólo está reservado a las grandes personalidades.
Lucho Barrios nos enseñó a respirar el amor, con los compases de la sinceridad. A llorar cuando las circunstancias así lo ameritaban y a sonreír o emocionarnos en el contacto con el ser amado.
Su vida fue un largo periplo por los escenarios criollos. No hay ciudad o pueblo de Chile, donde el no hubiese estado alguna vez, ratificando su condición de ídolo popular.
Ahora cuando se ha bajado definitivamente de los escenarios, empuñemos con respeto la guitarra y entonemos aquella canción de Alberto Cortés que el interpretó tan magistralmente….Cuando un amigo se va…. Hasta muy siempre amigo y hermano del canto y de la vida compartida con los sufrimientos y alegrías de nuestros pueblos…Hasta muy siempre.