Jiegu.- Los socorristas se afanaban el jueves en la búsqueda de supervivientes del sismo que dejó más de 600 muertos en el noroeste de China y sepultó a numerosos niños en los escombros de sus escuelas, como ya había ocurrido hace dos años en el terremoto de Sichuan. La tragedia obligó al presidente Hu Jintao, actualmente en Brasil, a acortar una gira regional que incluía etapas en Venezuela y Chile. La cumbre de grandes países emergentes (BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), prevista para el viernes en Brasilia, se adelantó para este jueves.
El primer ministro, Wen Juabao, aplazó por su lado una gira por el sudeste asiático y se apersonó en la ciudad de Jiegu, donde miles de siniestrados se aprestaban a dormir por segunda noche consecutiva en la calle, con temperaturas bajo cero.
El último balance oficial es de 617 muertos, más de 9.000 heridos -970 en estado grave- y unas 100.000 personas sin hogar, aunque podría agravarse, dado que muchas personas siguen sepultadas. Más del 85% de los edificios de Jiegu se vinieron abajo, según datos de la agencia semioficial Noticias de China.
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