jueves, 8 de abril de 2010

La esperanzadora historia de la viuda de uno de los mártires del SAMU de Angol

Angol.- Irene Astete perdió a su esposo. Hoy tiene una microempresa y es el sustento de su hogar.
La madrugada del martes 8 de septiembre del 2009 marcó para siempre la vida de Irene Astete. Aquel día, debió asumir ella sola la responsabilidad de sacar adelante a sus seis hijos. Su marido había fallecido en un trágico accidente carretero.
Es la historia de una esforzada madre, viuda de uno de los mártires del SAMU de Angol, Juan Carlos Fernández, que perdió la vida cuando regresaba desde Temuco a su base a bordo de una ambulancia que fatídicamente, a la altura del kilómetros 625 de la Ruta Cinco Sur, impactó por alcance a un camión con acoplado que venía cargado con madera, el cual intentó realizar un viraje con la finalidad de ingresar a un camino lateral que es utilizado para evadir el pago del peaje.
Hoy, a siete meses de la tragedia que remeció a todo Malleco, Irene de a poco ha superado el dolor, y con su esfuerzo y una oportunidad entregada por el FOSIS, instaló una paquetería. Dice que la fuerza se la dieron sus hijos.
Irene es una de las 135 beneficiarias de Angol que por medio del Programa de Apoyo al Microemprendimiento del FOSIS, pudieron concretar sus anhelados negocios. De ahí el agradecimiento, ya que según sus palabras, sin este proyecto se habría decaído aún más.
Cabe señalar que este programa está presente en todas las comunas de la región, beneficiando sólo el 2009 a dos mil 400 familias, entregándoles la capacitación necesaria para desarrollar habilidades emprendedoras; aprender a comercializar productos; y a administrar una microempresa.
Cada beneficiario recibe un aporte financiero de $300 mil, llamado "Capital Semilla", que se destina a la compra de materiales o insumos necesarios para iniciar la actividad.

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