lunes, 19 de abril de 2010

Inquietud en vecinos de Purén por aparición de extrañas grietas durante el terremoto

Purén.- Desde algunas de las hendiduras ubicadas en el sector de Boyeco, emana agua con una arenisca plomiza que los lugareños interpretan como cenizas.
* Equipo de la Universidad Católica de Temuco investiga el origen del fenómeno que asusta especialmente a los residentes del sector norte de esa comuna.
Inquietud existe entre los vecinos de Purén, debido a la aparición de extensas grietas durante el gran terremoto del pasado 27 de febrero, algunas desde las cuales emana líquido que los lugareños identifican como “agua con cenizas”.
Jorge Adasme, director de la radio local “Siempreviva”, precisó que si bien esa comuna no sufrió graves daños a causa del cataclismo, en cuanto llegó la luz del día se percataron de la existencia de extensas grietas que atraviesan tanto de norte a sur como de este a oeste distintos sectores, incluyendo una que nace en los cerros del sector Boyeco y que atraviesa la zona urbana e incluso algunas viviendas, lo que ha generado preocupación entre los habitantes de la zona.
Asimismo, la ruta que une Purén con Los Sauces también evidencia una grieta que se extiende por al menos durante cuatro kilómetros y divide en dos la calzada, lo que ha obligado a las autoridades a efectuar algunos arreglos.
La preocupación local llegó a oídos del concejo municipal, donde la concejala Cristina Bassaletti solicitó formalmente la concurrencia de geólogos para analizar el fenómeno.
La situación que más ha despertado la atención de las autoridades locales se produjo al interior del predio de Camilo Barra, en el sector de Boyeco, a unos tres kilómetros al norte de Purén, donde una serie de grietas atraviesan su predio en distintas direcciones y desde algunas de las cuales emana agua con una arenilla de color plomizo y carboncillo.
“Cuando estábamos en pleno terremoto, escapamos al patio e inmediatamente, mientras todavía la tierra se movía, sentimos un fuerte olor a azufre, muy potente”, relató la esposa de Barra.
Cuando amaneció, los lugareños fueron a revisar sus huertas, encontrando grietas de distintas profundidades, algunas de ellas de casi 1.70 metros de profundidas que atraviesan el sector, junto con el fenómeno que ellos denominan “agua con ceniza” que emanaba desde algunas de ellas.
Por petición de la concejala, los peritos del Servicio Nacional de Geología y Minas, Paul Duhart, Hugo Moreno y Alejandro Ramos, se hicieron presentes en el predio, evacuando un informe que da cuenta que el agua expulsó limos y arcillas grises “con un ligero olor a pólvora” y material lodoso gris.
“Este depósito se interpreta como asociado a surgencia de agua durante el movimiento sísmico (licuefacción), donde el agua lodosa, con algo de materia orgánica descompuesta, transportó los sedimentos más finos hacia la superficie a través de las grietas. Este agrietamiento ocasionó sólo daños menores en cultivos de papas”, consigna el documento del Sernageomin, concluyendo que el agrietamiento del terreno en el predio de Carlos Barra se debió a que “la llanura aluvial está compuesta por arenas finas micáceas, limos y algo de arcillas, muy deleznables y poco competentes, a orillas de dos esteros, con presencia de nivel freático muy superficial”, situación que en palabras no expertas, significan que el fenómeno sería normal como efecto de un terremoto como el que azotó a la zona, según se le informó a la concejala Bassaletti.
NUEVA INVESTIGACION
Sin embargo, la presencia de estas extensas grietas en la zona y que alcanzan hasta el sector urbano, llamaron la atención de los expertos de la Universidad Católica de Temuco, desde donde el pasado viernes se envió a un equipo perteneciente al Laboratorio de Planificación Territorial de esa casa de estudios, con la finalidad de obtener muestras de suelo en los lugares donde se observó el fenómeno.
Gracias a las facilidades otorgadas por el alcalde purenino, Benigno Quiñones -quien facilitó un vehículo municipal- se pudo transportar a este grupo de investigadores hasta los lugares más afectados, donde extrajeron muestras del terreno, midieron la profundidad de las grietas y ubicaron su posición exacta a través de equipos GPS, no dejando de sorprenderse por su extensión y distintas orientaciones.
Las muestras fueron enviadas a los laboratorios de la Universidad Católica de Temuco, donde serán estudiadas por los docentes de dicho plantel y se comprometieron a evacuar un informe al municipio.
MITO URBANO
A la llegada a la comuna, los miembros del equipo fueron recibidos por el concejo municipal, donde junto con agradecer su intervención, el concejal Santos Millao les manifestó su preocupación por la situación en que se encuentran algunos caminos y sectores rurales afectados por el cataclismo y el temor que infunde el cerro Huenocolle, ubicado frente a la comuna, al que el mito urbano le atribuye características de volcán.
El equipo universitario recorrió las principales grietas, entre ellas la que comienza en la zona urbana, en el ingreso principal a Purén y cruza la carretera en dirección a Boyeco y Viluco por sobre la vereda, pasando a un costado del puente Viluco, el que a simple vista se aprecia bastante dañado y con esta grieta por uno de sus costado, pese a lo cual de todos modos existe tránsito de grandes camiones cargados.
DAÑOS
La concejala Cristina Bassaletti, precisó que como consecuencia del gran terremoto del 27 de febrero se destruyeron 22 viviendas en la zona urbana y 20 en la rural.
“Hay grietas principalmente en Boyeco y el puente Tranamán, donde pude ver las grietas más importantes. Me llama la atención la aparición de agua donde nunca antes la había y el color del material que salió, además de ver que salió carboncillo, lo que creo, debe ser un proceso normal ante un evento de tamaña magnitud, pero lo interesante es saber qué es lo que hay; por eso he solicitado asesoría para saber si es que hay algo o si la gente no debe preocuparse, que eso lo digan los expertos”, afirmó.
Bassaletti dijo que los lugareños están tan preocupados ante la aparición de estos fenómenos, los que ni siquiera tras el megaterremoto de 1960 detectaron en aquella zona, y por ello los parceleros han autorizado de inmediato a cualquier experto que quiera hacer ingreso a sus predios para investigar, especialmente en el área de la familia Barra, donde las grietas se encuentran a menos de 30 metros de su casa habitación.
GRIETAS
“La grieta de la ruta tiene varios kilómetros, parte en el sector de Lolonco y llega más o menos hasta el alto de Centinela; son por lo menos cinco kilómetros y dentro de la comuna también se han detectado. En la cordillera tenemos un habitante en que la grieta pasa exactamente bajo su casa y esa, de anchura debe tener por lo menos unos 30 centímetros, por lo que el hombre está muy preocupado; deberá desarmar su casa y construirla en otro lugar y no se sabe de qué se trata”, sostuvo la concejala, quien si bien ya tiene en sus manos el informe de Sernaogeomin, que consigna que la situación es de absoluta normalidad en la zona, de todos modos y a la luz de los fenómenos tan inusuales que evidenció el terremoto, ha decidido solicitar una segunda opinión a expertos de la Universidad Católica de Temuco

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