Victoria.- (Manuel Burgos Lagos, Periodista) ¡”A Chanco , no está llegando ayuda”!, denuncia con ira, pero emocionada hasta las lágrimas, Marisol Aldana, una victoriense que para el movimiento telúrico del sábado 27 de febrero pasado, se hallaba visitando a su padre, en la localidad de Chanco, epicentro de la tragedia que vivieron los chilenos….donde vivió tensas horas de horror, llegando a pensar que hasta allí llegaba su vida y la de sus familiares. La mujer reside en Los Alerces 2087, de la Población Cacique Mariluán IV, en Victoria y la vivienda de su progenitor, ya de 77 años, quedó prácticamente inhabitable, por lo que deberá ser demolida.
No hay ayuda
“A Chanco, no está llegando ayuda, acabo de llamar a mi mamá (8 de marzo), hoy pasado el mediodía, y me dice que, recién, después del terremoto, pasan por la casa , y allí, mi papá con su familia, están viviendo, en la noche en el campo, y en el día, bajan a la ciudad, a Chanco, y por allá , nada, ni siquiera , agua”, clama con angustia.
En el campo han contado con la comprensión de Juan Faúndez, un carabinero jubilado, que alberga en su domicilio a damnificados, que no tienen donde albergarse y le agradece la amabilidad que ha tenido con tanta gente.
Sólo la familia
Al jefe del hogar, sólo lo auxilian sus hijos, uno que viajó desde Antofagasta y otro, también carabinero, que estaba de paso en la misma localidad afectada, ubicada en la zona costera, a 45 kilómetros al noroeste de Cauquenes.
La familia ha gestionado para el padre una caseta, para iniciar una nueva vida allí, pero en la Municipalidad le han dicho que, mínimo, unas tres semanas más . Señala que esta es la tónica en Cauquenes y que ella y su familia, se suman al llamado que han hecho los medios nacionales de comunicación para brindar más ayuda y apoyo a esa provincia, a doblar los esfuerzos de auxilio y que mitigue allí, tanta desgracia y desolación a que los postraron las fuerzas de la naturaleza.
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