Angol,- Una de las necesidades más urgentes es la demolición de la copa de agua, que amenaza con derrumbarse.
Expectantes están los directivos del tradicional Liceo Industrial de Angol, luego que los efectos del terremoto también se hicieran sentir con fuerza en su edificio.
Según manifestaron, se encuentran a la espera que se les otorguen recursos para reparar este edificio que data de la década del 50, el que pese a la gigantesca fuerza de la mayor catástrofe en magnitud a nivel mundial, soportó estoicamente aquel terremoto de 1960.
Sin embargo, con el movimiento del pasado 27 de febrero y al efectuar un recorrido por sus dependencias junto al inspector general, Héctor Jofré Rossi, nos percatar de la magnitud de los daños sufridos producto de este último terremoto en el internado, biblioteca, laboratorios y otras dependencias.
El mayor problema es el peligro inminente de caída de la copa de agua que existe en la parte superior del edificio, la que es notoriamente de gran tamaño y que, según sus encargados, de no ser demolida por expertos podría causar la destrucción de parte importante de infraestructura.
Este establecimiento posee un internado con capacidad para 200 alumnos, algunos de los que tendrán que ser acomodados el gimnasio.
DIRECTOR
El director del plantel, profesor Patricio Meza Ortega (en la fotografía), comentó que el liceo evidencia daños estructurales de tipo moderados, problemas en el tercer piso y la ya nombrada copa de agua que ha estado en desuso desde hace muchos años.
También existen problemas en los talleres de las especialidades a causa de las grietas. “Todo los daños fueron verificados por un equipo técnico que vino del Instituto de Educación Rural, además de ingenieros y arquitectos, quienes constataron los daños y nos supervisarán para elevar una solicitud ante el Ministerio de Educación para conseguir los recursos y así poder realizar las reparaciones y prontamente estemos en condiciones de operar”, explicó el directivo.
Respecto al inicio de clases, el director explicó que todavía no se ha fijado una fecha puntual, “todo pasa por las reparaciones y seguridad que le demos a nuestros estudiantes, porque tenemos daños en el tercer piso, donde estaba la biblioteca que tiene un grieta horizontal, al parecer no es reparable. Los muros de los talleres tienen que ser reemplazados por albañilería más liviana y la copa de agua que tiene que ser demolida a la brevedad. Mientras esto no ocurra, nosotros no estamos en condiciones de darle seguridad a nuestros estudiantes”, subrayó.
El directivo destacó que las instrucciones del Ministerio de Educación, tanto para las regiones del Maule y Bío Bío, fijaron el inicio de clases para el 5 de abril, “pero nosotros, que somos geográficamente de las Región de La Araucanía, pero en realidad estamos en línea geofísicamente hablando con la región del Bío Bío, deberíamos estar en la misma línea a fines de marzo o principios de abril”, puntualizó el docente
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