martes, 12 de enero de 2010

Radiografía al sector de acceso a la ciudad de Victoria arrojó varios males

Victoria.- En un recorrido efectuado esta vez por el sector de acceso a esta histórica ciudad -y en consecuencia a los múltiples llamados, denuncias y cartas por parte de nuestros lectores y vecinos de la Comuna- Las Noticias pudo dar cuenta de la veracidad de las denuncias que estos planteaban, en torno al notable abandono de la llamada “Puerta de entrada a La Araucanía Andina”. Por ello se procedió a radiografiar el lugar, comprendiendo esta vez la garita de pasajeros ubicado en sentido de sur a norte, en plena ruta 5 sur a un costado de la llamada cruz monumental. Así mismo se dio cuenta de su homóloga situación -ubicada de norte a sur- ambas con el mismo resultado. Deplorable y ausente de todo cuidado. Permanente basura. Ausencia de luminarias.
Falta de pavimentación para el estacionamiento, destinado para la espera o despacho de pasajeros. Un ermitaño que se adueñó de una de las garitas. Un lugar apreciado para que los auxiliares de empresas de buses procedan a arrojar su basura, emanada por parte de sus pasajeros. Un cruce peatonal clandestino y una falta de señalética adecuada que invite al paso y conocimiento de la ciudad de Victoria son parte del escenario que ofrece este importante sector de la comuna, paso obligado de turistas y usuarios.
Lunares
Por consiguiente no fue difícil advertir y constatar que la garita para pasajeros ubicada en sentido de sur a norte, no solo muestra permanente basura -tanto en su depósito sino además en todo su entorno- sino además carece de un aparcadero para automóviles, cosa de poder tomar o dejar pasajeros para abordar los buses que circulan por la ruta 5. Por ello los conductores deben “estacionar” tras el paradero o ubicar sus móviles riesgosamente en la bifurcación que sale de la ciudad.
Así mismo la llamada gran Cruz Monumental -erigida en honor a la visita del Papa Juan Pablo II a nuestro país- hoy luce desteñida y apagada. Basta recordar que gracias a la iniciativa del club de rotarios de Victoria, hace un par de años fue pintada de blanco e iluminada y ello se le sumó la ornamentación de la plazoleta, consistente en ubicar unos escaños y faroles de colonial estilo.
Hoy, todo luce desvencijado. La gran cruz sufrió el robo de sus focos halógenos -lo cual desde muy lejos advertía la llegada a esta ciudad- y su plazoleta está a la deriva. Un poco más allá -por la pista que va hacia el sur- el panorama no es muy distinto. Los usuarios y pasajeros se quejan porque los buses no se detienen en las garitas dispuestas para ello, puesto que una de ellas está siendo ocupada por un mendigo quien se apoderó de la infraestructura, al extremo de convertirla en su casa habitación.
De ahí que las autoridades, organizaciones sociales y la propia concesionaria vial, mucho tienen que decir al respecto. Por tanto las empresas rodoviarias apuestan por dejar a sus pasajeros en las inmediaciones de una automotora aledaña a la ruta. Lo preocupante es que los auxiliares de estos servicios han alentado -de alguna manera- la permanencia del individuo, ya que solidariamente le prodigan alimentación más la que algunos victorienses igual le ofrecen.
Su presencia además -lamentablemente- atenta en contra del sentido mismo de la oficina de información turística, dispuesta por el municipio local y que se encuentra ubicada a escasos metros del cuestionado lugar. Por último es válido señalar que el paso no habilitado para peatones, es una verdadera ruleta rusa para quienes se arriesgan a cruzar por allí, de ahí que la concesionaria es la llamada a corregir esta falencia a favor de los usuarios

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