lunes, 18 de enero de 2010

En todo el distrito 49 celebraron victoria de Sebastián Piñera

Lautaro.- Con desbordante alegría, los partidarios de Presidente electo Sebastián Piñera salieron a calles y plazas de las ciudades del distrito 49, a celebrar la victoria obtenida por el abanderado opositor en la elección de este domingo 17 de enero. Con casi un 57%, la adhesión a Piñera en las urnas marcó en las ocho comunas un promedio muy superior al logrado a nivel nacional. En todas ellas, Piñera se alzó como vencedor, e incluso en comunas como Melipeuco, alcanzando prácticamente un 70%; en Lonquimay un 63%, y en Victoria frisando el 60%. Por ello, a medida que se iban entregando los cómputos oficiales que, desde un comienzo, marcaron la tendencia victoriosa, la gente empezó a juntarse en las principales vías públicas, preparando las celebraciones. El diputado Enrique Estay, quien había sufragado alrededor del mediodía, fue importante protagonista de las celebraciones en Lautaro, Perquenco y Victoria, donde improvisados escenarios dieron pie a emotivos discursos y a la alegría de la música popular, dando vida a festejos que quedarán en la memoria de las personas que participaron en ellos por largos años, pues como lo señalara Estay, “fueron parte de una jornada histórica, que no sólo remeció a Chile de norte a sur, sino que fue observada con inusitado interés en el mundo entero”.

COMENTAEIOS

1.- Comentario 18 Enero 2010 2023 Hrs.| Juan Pablo Vásquez De Diego Dijo:
Tuvieron que pasar 52 eternos años para que nuestra derecha volviese a alzar sus brazos en señal de triunfo. Desde aquel mítico año 1958, cuando Jorge Alessandri Rodríguez conquistara el apoyo radical en el congreso para su ratificación, tras su 31,2% de los votos en la elección.

Tuvieron que pasar liberales queriendo cambiar la visión de futuro; humanistas que hoy, casi extintos, sólo constituyen el recuerdo de alguna fauna que existió: comunistas deschavetados que querían, de Chile, una utopía que sólo existía en sus mentes; una dictadura sangrienta y cruel que arrastró muchos derechos civiles, pero que nos salvó de la hecatombe archi anunciada provocada por el marxismo; y una concertación que, a pesar de todas las crisis vividas, supo llevar al país con cautela y mesura a la transición que es hoy en día.

52 eternos años para que el sistema democrático encontrara en su facultad de libertad, la posibilidad de la alternancia. Y más que eso. Ver a la derecha como una potencia real y tangible para beneficio de todo el pueblo.

Tuvo que pasar Büchi y Alessandri Besa, como conejillos de indias arrojados al fuego del balotaje para que supiesen, en carne viva, lo que era sentirse masacrados en los escrutinios. Posteriormente comenzó a surgir esta nueva voz opositora apoyada por el raudo crecimiento de la UDI y sus caras visibles. Apareció Joaquín Lavín para renovar el carácter social y darle un nuevo respiro a esta derecha popular. Pero no sería hasta la reaparición de Sebastián Piñera, que la oposición cobraría su mayor poder, aprovechando los conflictos de intereses en las que estaba inmersa la Concertación.

Y este triunfo tan ansiado, no es casualidad ni obra del azar. Es el premio al esfuerzo y a la constancia de un grupo de personas que se dedicaron, fielmente, a formar una oposición constructiva en valores, ideales y objetivos. Una derecha constructiva que jamás temió doblarle la mano al destino ni ejercer su derecho cuando los hechos se veían algo empañados.

Es esa misma oposición constructiva que esperamos que la Concertación se convierta a partir de este 11 de Marzo. Dejar atrás las usuales técnicas y prácticas del terror y, humildemente, comenzar a construir la unidad del país desde la vereda de enfrente.

52 eternos años debieron transcurrir para que, recién, la clase media de este país supiese, verdaderamente, lo que es comenzar a sonreír.

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