Párvulos pehuenches vuelven de veranadas Fundación Integra atendió 100 niños desde enero a abril

Tras cuatro meses en las montañas, las familias pehuenches de Lonquimay volvieron a la vida cotidiana en las comunidades del valle, aprovisionados de leña, forraje y piñones.
Las niñas y niños pehuenches atesoraron nuevas experiencias y aprendizajes, ya que este año y desde hace más de una década el programa de veranadas de la Fundación Integra se desarrolló con pleno éxito y mucha participación.
Este verano 2008 las tías de Integra subieron nuevamente a la cordillera entre enero y abril y trabajaron con más de 100 pequeños de los jardines “El Naranjito”·, “Mallín del Treile” y “Piñoncitos”, llevando coloridos materiales, un programa alimentario fortalecido y aplicando una metodología que recoge la participación activa de mamás y papás en la educación de sus hijos.
Esta experiencia de educación preescolar es única en el país y ha sido reconocida como un ejemplo de cómo la educación pública puede responder a las necesidades de comunidades aisladas y vulnerables y sin interferir en las tradiciones de su cultura. Con este sistema los niños y niñas pehuenches pueden continuar con su aprendizaje durante el tiempo de veranadas, dato muy importante si se considera que recientes estudios de la OIT dan cuenta de un alto porcentaje de deserción escolar infantil entre la población indígena, lo que limita sus opciones de desarrollo futuro.
Hace pocos días, la directora regional de Integra, Olga Muñoz, junto a profesionales del Programa Educativo dieron cierre al Programa de Veranadas ante el Concejo Municipal de Lonquimay, destacando los logros de aprendizaje alcanzados por los niños, muchos de ellos actualmente en Primero Básico.
Todos los concejales elogiaron el trabajo que Integra y se comprometieron a potenciar desde el municipio este programa educativo.
En la oportunidad el quipo de Integra enseñó además al Concejo Municipal, novedosos packs de casacas y pantalones de agua, destinados a párvulos de los distintos jardines de Lonquimay, indumentaria adecuada para enfrentar los crudos meses de invierno de esta cordillerana comuna mallequina.